Cinema Paradiso (1988)

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“Cinema Paradiso” traza la relación entre el pequeño Salvatore, conocido como Toto (Marco Leonardi), y Alfredo (Philippe Noiret), el operador de Paradiso, el cine local de un pequeño pueblo siciliano. Toto no se separa de su lado, coleccionando en secreto aquellos descartes que el sacerdote -el censor definitivo- corta de las películas proyectadas. Así que Toto guarda, como si de un tesoro se tratara, todos los besos y caricias prohibidos y descartados en una vieja caja.

Calificación: 8,392.

Tráiler de la Película

Ficha

Título Original: Nuovo Cinema Paradiso.
Director: Giuseppe Tornatore.
Guionista: Giuseppe Tornatore.
Actores: Antonella Attili, Enzo Cannavale, Isa Danieli, Leo Gullotta, Marco Leonardi, Pupella Maggio, Agnese Nano, Leopoldo Trieste, Salvatore Cascio, Tano Cimarosa, Nicola Di Pinto, Roberta Lena, Nino Terzo, Brigitte Fossey, Philippe Noiret.
Productores: Franco Cristaldi y Giovanna Romagnoli.
Fotografía: Blasco Giurato.
Música: Ennio Morricone.
Montaje: Mario Morra.
Diseño de Producción: Andrea Crisanti.
Diseño de Vestuario: Beatrice Bordone.
Países: Italia, Francia.
Lugares de Rodaje: Palermo, Roma (Italia).
Fechas de Rodaje: De 08-05-1988 a Agosto de 1988.
Año: 1988.
Duración: 155 minutos.
Edad: Apta para todos los públicos.
Género: Drama.
Estreno: 15-12-1989. Reestreno: 05-09-2014.
DVD (Venta): 25-07-2014.
Distribuidora: A Contracorriente Films, S. L.
WEB Oficial: Web Oficial de la película en España.
Espectadores: 910.857.
Recaudación: 2.040.783,33 €.
Visitas: 2.

Crítica

07-09-2014 – ANTÓN MERIKAETXEBARRIA

Amor al cine

No es habitual la reposición de grandes películas, por mucho éxito de público y crítica que tuvieran en su momento. La excepción es este oscarizado “Cinema Paradiso”, de Giuseppe Tornatore, que nos llega 26 años después de su realización. Tal vez la sencillez de su premisa argumental -la fascinación que un niño siente por las películas exhibidas en un modesto cine de pueblo-, así como el sincero amor que por el mal llamado séptimo arte destila por todos sus fotogramas, han hecho el milagro. La película habla asimismo de la recuperación de la infancia, vivida por el protagonista en una cabina de proyección.

Un largo ‘flashback’ vertebra toda la historia, capaz de encandilar por igual a los públicos más diversos. Porque Totó era un niño muy pequeño cuando su padre tuvo que marcharse a luchar en Rusia durante la Segunda Guerra Mundial, y aunque ayuda a su madre en lo que puede, encuentra un segundo hogar en esa cabina de proyección del Cinema Paradiso, donde el proyeccionista le enseña los secretos de su oficio. El hermoso homenaje que en un momento dado se hace a los besos cortados por el censor, es uno de los más deslumbrantes de la historia del cine.

Bienvenido sea este oportuno reestreno, en unos tiempos marcados por el consumismo y la tecnología. Porque si no estamos dispuestos a conceder un buen crédito de tiempo a los demás, ¿cómo vamos a estar dispuestos a concedérselo a una película? A cualquier historia que se salga de lo convencional se le llama pesada o difícil. Y eso coarta a los directores a la hora de rodar temas de calado, que permitan reflexionar al espectador más allá de una masturbación de los sentidos, que no deja huella ni poso ni sirve de revelación de los conflictos y de la condición humana. Así pues, imprescindible película, sobre todo ahora, inmersos como estamos en plena apoteosis de los farsantes, de los insensibles.