Cinerama Presents: Basurama – Juez Dredd

Cinerama Presents: Basurama…por César del Campo de Acuña

Dirección: Danny Cannon.
País: Estados Unidos.
Año: 1995.
Duración: 96 minutos.
Género: Acción. Ciencia ficción.
Reparto: Sylvester Stallone, Armand Assante, Diane Lane, Rob Schneider, Max von Sydow, Ewen Bremner, Joan Chen, Jurgen Prochnow, Joanna Miles y Balthazar Getty.
Guión: William Wisher y Steven E. De Souza.
Música: Alan Silvestre.
Fotografía: Adrian Biddle.
Montaje: Harry Keramidas y Alex Mackie.
Diseño artístico: Don Dossett, Kevin Phipps y Leslie Tomkins.
Diseño de producción: Nigel Phelps.
Estreno en EEUU: 30 de junio de 1995.
Estreno en España: 29 de agosto de 1995.

En el futuro un solo hombre es la ley

Envalentonado por el buen sabor de boca que me dejo Dredd (Pete Travis – 2012) decidí que ya iba siendo hora de saldar cuentas con una película de los 90, protagonizada por Stallone, basada en un personaje de comic y con tan mala prensa entonces como hoy. Si amigos, les hablo de Juez Dredd, infame película de acción de 1995 protagonizada por un Sly en horas bajas y que le hizo un flaco favor al cine de superhéroes (y a cualquiera que se gastara el dinero en una entrada para verla). Antes de comenzar a acribillar el film con la misma saña con la que el bueno de Sylvester se abalanzaba sobre cualquier guión en esa época mala de su carrera en la que encadenaba fracaso con ridículo y viceversa, debo confesar que detesto ese cine facturado con una desgana infinita tan habitual en la primera mitad (hasta casi finales…) de la década que vio alzarse al grunge. Creo que estarán de acuerdo conmigo cuando afirmo que el cine realizado en los 80 y 70 tiene un encanto especial; Fuese o no un bodrio, las cintas rodadas en aquellos años (con mucha cara y muy pocos recursos en algunos casos) superan con creces, al menos desde el punto de vista estético, a las elaboradas (salvo honrosas excepciones) en esa tormentosa etapa del Hollywood de las productoras y el pelotazo.

El cine de consumo de los 90 es malo. Gran parte de las películas, independientemente de su género, realizadas en buena parte de esa década tienen un aire a producción televisiva sin cortes para anuncios que tiran de espaldas de lo que cantan. Evidentemente no les hablo de grandes súper producciones (dramáticas o no), sino de esas cintas en las que productores, directores y guionistas hacían lo que les daba la gana con el material original en el que iban a estar basadas (como por ejemplo Super Mario Bros de 1993) o esos films que se lanzaban para mayor gloria del individuo o individua que protagonizara el póster (la “comedia” La salchicha peleona de 1997 es un buen ejemplo de eso ultimo que les quiero decir). Juez Dredd combina esos dos atentados cinematográficos en sus 96 minutos de duración; Por un lado tenemos una producción costosísima (70 millones de dólares) en la que el director no tiene ni voz ni voto, en la que se pasan (la produtora) buena parte del material original por donde no les pega el sol (aun contando con el padre de los personajes en el set de rodaje), con un casting poco interesado en lo que hace (algo que trasciende la pantalla), con una estrella convertida en dictador y con un tono que, curiosamente, nunca le ha funcionado bien al señor Stallone (la acción y el humor son dominio privado de Schwarzenegger, así como la combinación de ciencia ficción y acción).

El caso es que la peliculita nos presenta al Juez Dredd, el más duro defensor de la ley en Mega City 1, una ciudad en la que habitan 65 millones de personas cuando solo hay sitio para 22. El clima de tensión es irrespirable y los disturbios entre bandas cada vez son más frecuentes a pesar de la presencia de los temibles jueces. El consejo de jueces debate como hacer frente a esta escalada de violencia y uno de ellos invita a que ahora los jueces castiguen con la pena de muerte hasta los delitos más pequeños y reactivar el plan Gino (un plan para clonar y producir jueces en cadena como el que se rasca). Evidentemente esto no es aceptado por el resto y especialmente por el jefe supremo (un Max von Sydow con el único interés de llevárselo calentito) el menor y máximo valedor de Dredd. Entonces el miembro del consejo al que han declinado sus propuestas ayuda a escapar al peor criminal del mundo, el ex juez Rico (Armand Assante haciendo de típico villano desdibujado y mal tratado por el guión en casi todas las cintas de acción de los 90). El siguiente paso es inculpar a Dredd de un crimen que no cometió y sentenciarlo a muerte. Antes de ser ejecutado el protector de Dredd intercede y pide clemencia para su pupilo por su cargo. En lugar de ser ejecutado es sentenciado a cadena perpetua y enviado a la penitenciaria donde estaba recluido Rico. A partir de ahí Dredd tendrá que volver a Mega City 1 (acompañado de un pesadísimo Rob Schneider) para limpiar su nombre y desbaratar los planes de Rico y el nuevo jefe del consejo supremo de jueces.

Como pueden comprobar el argumento esta más gastado que contestar el teléfono diciendo diga melón. Stallone se pasa toda la película poniendo caras, pero no la habitual mueca de desaprobación que el severo juez luce en los comics, sino un gesto en el que tuerce cortantemente la boca como si estuviera esperando doblar a Pedro (el de Heidi) en las escenas peligrosas de la serie de animación (que se traduce en bajar ladera abajo con la boca desencajada). Diálogos insulsos, nivel interpretativo de pandereta (se nota una desgana infinita en todos y cada uno de los actores), chistes de vergüenza ajena, Stallone diciendo todo el tiempo “Yo soy la ley” con un tono que parece estar imitándose a si mismo, banda sonora genérica y mal montada sobre la acción, estética pobre y desangelada (los escenarios a pesar de estar rebosantes de cosas parecen vacíos y artificiales)…vamos un desastre que termino convirtiéndose en uno de los patinazos más sonoros de aquel año (Recaudo casi 35 millones de dólares en taquilla y costo aproximadamente 70). Personalmente encuentro lo mejor de la cinta en los efectos especiales prácticos del robot de combate (que parece que inspiro a los de Z, el juego de estrategia para PC) y en el maquillaje del caníbal cyborg.

Juez Dredd fue un fracaso. Un fracaso que costo a las productoras y estudios confiar en el potencial de las películas basadas en personajes sacados directamente del mundo del comic. No diré que es una de las peores cintas que he visto en mi vida (las he visto mucho peores) ya que consigue entretener (eso si…con mucha desgana) mediante una historia manida y asequible para todo tipo de públicos. No es uno de esos films que no le recomendaría ni a mi peor enemigo, pero en general el resultado es tan predecible, tan blando, tan artificial, tan de los peores 90 que es muy, muy, muy probable que jamás vuelva a visionar este largometraje de 1995 (a no ser que Dredd vuelva a la gran pantalla, lo cual me empujara a volver a tragarme esta y a ver la protagonizada por Karl Urban). Un timo de película que solo nos trae malos recuerdos del cine carente de personalidad que se hacia en los cada vez más (afortunadamente) años 90.

Curiosidades

El director Danny Cannon estaba tan desanimado por sus constantes disputas creativas con Sylvester Stallone que juró que nunca volvería a trabajar con otro actor de gran nombre. También afirmó que la versión que llego a los cines era completamente diferente al guión original debido a los cambios exigidos por Stallone.
Sylvester Stallone nunca había oído hablar del Juez Dredd hasta que se le ofreció el papel.
En entrevistas posteriores al estreno de la película, Stallone dijo que pensaba que la película iba a ser una película de comedia/acción, y por eso exigió reescrituras de guión para hacerla aun más cómica. El director y guionista, sin embargo, tenían la intención de hacer una cinta oscura de enfoque satírico, lo que llevó a muchas dificultades detrás de las cámaras.
En un principio (tres años antes de que la película fuera filmada) Arnold Schwarzenegger fue considerado para el papel protagonista y en lugar de Danny Cannon, en la silla de director se sentaría Tim Hunter.
Según Rob Schneider, Sylvester Stallone le llamó personalmente para ofrecerle el papel de Fergie después de que Joe Pesci (la primera opción) lo rechazara.