Cinerama Presents: Basurama – La rebelión de las maquinas

Cinerama Presents: Basurama…por César del Campo de Acuña

Dirección: Stephen King.
País: Estados Unidos.
Año: 1986.
Duración: 97 minutos.
Género: Acción. Terror. Ciencia ficción.
Reparto: Emilio Estevez, Pat Hingle, Laura Harrington, Christopher Murney, Yeardley Smith, John Short, Ellen McElduff, J.C. Quinn, Holter Graham, Frankie Faiso, Giancarlo Esposito y Stephen King.
Guión: Stephen King.
Música: AC/DC.
Fotografía: Armando Nannuzzi.
Montaje: Evan Lottman.
Vestuario: Clifford Capone.
Diseño de producción: Giorgio Postiglione.
Estreno en EEUU: 25 de julio de 1986.
Estreno en España: 16 de junio de 1989 (solo en Madrid según IMDB).

Maximum Overdrive

Ya se que no es por el infinito número de abominaciones cinematográficas que existen sobre la faz de la tierra, pero escoger un titulo para Cinerama Presents: Basurama no es nada sencillo. Siempre que pienso en que nueva película podría protagonizar una nueva entrada de la sección me entran los siete males y no es por otra cosa que la inmensa cantidad de opciones que barajo para tal menester. Si por mí fuera haría un monográfico sobre los infectos films de Julia Roberts (sobre todo las de corte neo feminista…como si no tuviéramos suficiente con Susan Sarandon y su cara de constante indignación uterina) pero mi cordura se vería seriamente perjudicada así que opto por esas cintas que son tan malas que son buenas, esas pelis ridículas, exageras, estupidas por lo en serio que en ocasiones se toman a si mismas (cualquiera que vea algo de lo que hace Steven Seagal hoy sabrá de lo que hablo) que te invitan a cacarear sobre ellas a poco que tengan ocasión. En un principio para esta nueva entrega de Basurama había pensado en escribir sobre: Un semental en Frogtown (El Infierno vuelve a Frogtown) protagonizada por el carismático Roddy Piper (al que recordaran por su papel en Están vivos de John Carpenter y por su carrera como luchador de wrestling) y Sandahl Bergman (Conan, el Barbaro, El guerrero rojo, Retaliator, programada para matar…y tantas otras) pero debido a que no encontré una copia en buena calidad de esta cinta, me decidí por La rebelión de las maquinas, la única película dirigida por Stephen King y la cual tengo el orgullo de poseer.

La rebelión de las maquinas es un disparate de film que trata sobre como, por la influencia de un cometa, todas las maquinas de la tierra se vuelven en contra de sus creadores en una orgía de sanguinolenta venganza. La acción se desarrolla íntegramente (aunque la primera media hora de la película esta llena de divertidos skits sobre las tropelías que hacen las maquinas en diferentes lugares) en la fastuosa parada de camiones Dixie Boy, en Carolina del Norte, donde un grupo de camioneros y empleados son sitiados por un pequeño continente de camiones enloquecidos dirigidos por un enorme camión negro que en el morro de la cabeza tractora tiene la efigie del Green Goblin de Marvel Comics. El protagonismo recae en un joven renegado, interpretado por Emilio Estevez (menudo nombre artístico escogió el hermano de Charlie “escombrera humana” Sheen), el cual tratara de guiar a los refugiados hasta una isla en la que están prohibidos los vehículos a motor (teniendo en cuenta que al principio del film un cuchillo eléctrico ataca a la enervante camarera, el plan del bueno de Estevez no se sostienen por ningún lado…pero vamos, que eso es culpa del guión de Stephen King). Emoción, atropellos, explosiones, sangre, tiroteos y AC/DC son lo que los espectadores encontraran en este maravilloso despropósito.

Como decía antes, la película es un disparate de proporciones épicas sin pies ni cabeza en el que todo ocurre por una idea que es una chifladura de un Stephen King dominado por la cocaína. El principio de la película (con cameo incluido del propio King) parece un videoclip de AC/DC en el que en lugar de aparecer la emblemática banda australiana dándolo todo sobre un escenario, salen un motón de accidentes de trafico (la cinta será buena, regular o mala…pero hay que reconocer que la escena del puente levadizo es brutal…seguro, seguro que ese puente no tenia muelles de platillo para absorber las vibraciones del destrozo mecánico que ocurre sobre su cubierta y a todo esto ¿Cuándo se rueda hoy en día algo así sin usar los dichosos CGI? ¿Cuándo?) bastantes divertidos (es gracioso por que no te pasa a ti, ya que supongo que recibir un golpe en los testículos por una lata escupida a reacción por una maquina dispensadora de bebidas tiene que ser de todo menos divertido) que te parecen transportar a uno de esos programas de videos domésticos o a situaciones vistas en films como Agárralo como puedas (David Zucker – 1988) o incluso los Looney Tunes (¿en cuantas películas pueden ver como un niño es aplastado por una apisonadora?). Una vez el rimo se calma (empieza muy fuerte, con mucho rock, mucha acción y con Stephen King poniendo caras como en su corto de Creepshow (1982)) la peli se vuelve algo más aburrida, con personajes irrelevantes (lo siento Emilio) incapaces de transportar al espectador a la trama (es más, buena parte del metraje estas deseando que aplasten o maten de algún modo horripilante a buena parte de los humanos).

En general, siendo el despropósito que es hay que reconocerle el merito de la capacidad imperecedera de entretener que posee. Es torpe, vaga e incluso rudimentaria, pero en determinados momentos tiene tanta energía (impulsada por la banda sonora de AC/DC) que te dan igual esos tiempos muertos de calma chicha por que sabes, en lo más profundo de tu corazón, que alguno de los individuos que se refugian en la parada de camiones va a morder el polvo mas pronto que tarde. ¿Entra La rebelión de las maquinas en la categoría de tan mala que es buena? Por supuesto, ya que consigue divertir a cualquiera que la vea (al menos a cualquier aficionado al fantástico…entiendo que todos aquellos que se meten en cine clubs y demás son demasiado inteligentes para este tipo de films) y es tan ridícula y exagerada que esta repleta de esos momentos que tienes que verlos para creerlos (por ejemplo, la frase que dice uno de los camioneros tras pasar toda la noche sitiado en la parada de camiones o ese duelo de absurdos empujones entre Emilio Estevez y un camión…lo que yo les diga, hay que verlo para creerlo). No es la mejor de la peores, pero si es una de esas pelis que merecen la pena ser vistas al menos una vez por todo lo que ofrece (desternillante mensaje final con voz en off incluido). Si no la han visto y les gusta el buen mal cine de primera división (esto no es serie Z señores) no se la pierdan, La rebelión de las maquinas de Stephen King llama a golpe de claxon a sus puertas.

Curiosidades

Stephen King, ex adicto a la cocaína, admitió que estaba tan colocado mientras filmaba la película que la mayor parte del tiempo no sabía que estaba haciendo. El autor ha declarado posteriormente que no le importaría volver a dirigir, pero esta vez sobrio.
Cuando le han preguntado a Stephen King por que no ha vuelto a dirigir desde que filmo La rebelión de las maquina, el escritor siempre responde: “vea La rebelión de las maquinas y lo sabrá”.
Los AC/DC fueron escogidos para hacer la banda sonora de la cinta por el propio Stephen King.
La parada de camiones Dixie Boy se construyo a unas 10 millas de Wilmington, Carolina del Norte y resultaba tan convincente que varios camioneros trataron de parar en ella. Los productores tuvieron que poner anuncios en los periódicos locales avisando que se trataba del set de rodaje de una película.
El 31 de julio de 1985, mientras se rodaban se perdió el control sobre un cortacésped controlado por radio. El cortacésped se estrello contra una pila de madera que hacia las veces de soporte para cámaras. Un montón de astillas comenzaron a volar por los aires con la mala fortuna de que una de ellas hirió en el ojo al director de fotografía Armando Nannuzzi, el cual terminaría perdiendo el ojo. Nannuzzi demando a Stephen King por un monto total de 18 millones de dólares por daños en 1987. Finalmente la demanda se resolvió fuera de los tribunales.