Cinta: El Arco, de Kim Ki-Duk, cine de búsqueda que se perdió un poco

(2005) Cine de 3.63 estrellas

Algo le falto a esta película para ser convincente, empezó con posibilidades infinitas que lo podrían colocar en una cinta notable pero conforme pasaban los minutos fue decayendo sin hallar nunca un punto de regreso para retomar el ritmo inicial, nunca el amor logró una intensidad, nunca logra emocionar, aun cuando el planteamiento era interesante que no original, esta historia tenía muchas vertientes para ser desarrolladas en personajes interesantes,  pero se fue de a poco por la simplicidad, muy pocos actores, muy pocos escenarios, muy pocas circunstancias, pocos diálogos para hilar las situaciones, pocos días de filmación, así con tantas limitantes era imposible lograr algo trascendente o algo que cumpliera las altas expectativas de quienes ya conocen a este director con otras cintas más meritorias.

Al espectador le cuesta entender esos toques de realismo mágico que se nos muestran,  demasiado incoherentes, y que no aportan casi nada al filme, que quedan descolocados porque la cinta era precedida de realismo y cotidianidad sin más, al personaje interpretado por Jeon Seong-hwang nunca se termina de entenderlo si acaso se enamora, se obsesiona o le entra el sentimiento paternal por el personaje que representa Han Yeo-reum, y el director Kim Ki Duk que en otras cintas había mostrado potencial, se queda anclado, inamovible como su barco sin atreverse del todo a explorar en la profundidad de los sentimientos humanos de sus protagonistas, las pocas veces que lo intentó delegó toda la responsabilidad en sus actores y éstos nunca entendieron la esencia de su película, no supieron por dónde ir porque les faltó dirección y libretos.

Eso sí, a ratos el espectador estará consciente que está mirando otro tipo de propuestas fílmicas, y eso ya es una peculiaridad que no es para menospreciar, sobre todo en un mercado fílmico donde muchas propuestas se parecen, se repiten, o se imitan, entonces una propuesta con ciertos toques particulares, con una intención diferenciadora, vienen bien en la pantalla.

(2007-2019)

Por. Godofredo Oscós-Flores