Circo, disciplina en pleno crecimiento.
Esta disciplina está ofreciendo, a vista de todos, la increíble capacidad de adaptación a una realidad diferente. Hablar de estos artistas es reconocer como son capaces de buscar perfección en la tarea, rompiendo los límites de lo que presuponía imposible. Muestran tenacidad y perseverancia al máximo. Son las piezas que ponen al hombre a hacer lo difícil de forma fácil. Manifiestan un potencial de gran valor en el despliegue de la propia individualidad desarrollando perfección en el mínimo detalle. Entrenados en la capacidad de asumir riesgos, con una percepción fuera de lo común en la percepción de los obstáculos, precavidos pero locos por destruir barreras se convierten en entrenadores capaces de inspirar a todos en sus mismas búsquedas. Descubridores del máximo potencial en perfección que se puede ofrecer en el desarrollo de tareas simples, convirtiéndolas en magnificas expresiones de virtuosismo, su concentración les convierte en el coaching perfecto y en el entrenador adecuado para personas y grupos que han de marcar máximas diferencias en el más mínimo detalle, mostrando conocimientos de valor inestimable en el control corporal. Saben de los beneficios del ritmo, la sincronía y expertos en el arte de lograr que individualidad potenciadas a la máxima expresión puedan compartir espacios y tareas comunes.
En el sector de eventos, son capaces de elevar estados anímicos, emocionales y de conciencia con solo pisar un escenario. Desde hace relativamente poco tiempo y adaptándose a las circunstancias que les llevaron a vivir circunstancias muy adversas, logran mostrar números llenos de poesía visual y trasladar con ellos mensajes de muy alta motivación. Creyentes en la magia a través del esfuerzo personal, transmiten esta sensación de forma constante en sus expresiones artísticas.
Individualidades claramente diferenciadas, daban una marcada sensación de rotas por partes a todas las piezas de conjunto pero los últimos avances que han logrado dar, incluyendo coherencia de estructura dramática a sus manifestaciones, permiten que podamos adivinar un futuro espléndido para una profesión que parecía destinada a perecer por agotamiento en la producción de números sueltos, que cada vez más atienden a la necesidad de trasladar historias llenas de contenidos y mensajes más complejos. Cada vez más cerca, tienen el reto de convertirse en adictos a la comunicación y la interacción activa en todas sus manifestaciones. Por el momento, esta disciplina, está dispuesta y tiene mucho que ofrecer en áreas de formación. Sus expresiones de adaptación a los engranajes complejos que exige la organización de manifestaciones artísticas en espacios no convencionales y a eventos, resultan conmovedoras, son dúctiles y les resulta muy fácil entender el conjunto y aunque, por el momento, no puedan ofrecer composiciones por si mismos en la mayoría de los casos, en breve, podrán satisfacer las exigencias de todas las necesidades que precisa un espectáculo global. Muestra de que tienen esta urgencia y de que pueden solventarla ofreciendo resultados espectaculares, es el maravilloso y ejemplar trabajo que el Circo Du Solei, está mostrando por todo el mundo.