“Circo máximo: La ira de trajano” es la segunda entrega de la trilogía de Santiago Posteguillo acerca del emperador hispano Trajano. Se trata de un libro lleno de historia y ficción histórica que acerca a los lectores curiosos de la época romana a un interesante periodo de la misma de manera dinámica, sin caer en el aburrimiento de otras novelas que se hacen más densas o pesadas. A mí personalmente me ha enganchado también muchísimo esta segunda parte y estoy deseando hacerme con su desenlace. Pero estoy adelantando acontecimientos.
Posteguillo se había quedado en “Los asesinos del emperador” en el primer año del ascenso como emperador de Trajano, un militar hispano que, agraciado y adoptado por Nerva se convierte sorprendentemente en el gobernador del imperio más poderoso en ese momento, pero que se encuentra crítico por culpa de la locura y la crueldad que predominaron durante el gobierno de Domiciano. En “Circo máximo: la ira de Trajano” se nos presenta a su protagonista como un hombre justo y entregado al pueblo, que intenta enmendar los errores pasados y seguir con el sueño de Julio César de conquistar la Dacia, por lo que recurre a su experiencia militar para rendir por fin a sus eternos enemigos liderados por Decébalo, un rey que no le pondrá nada fácil al romano conseguir sus objetivos. Las preocupaciones de Trajano son múltiples en una Roma que siempre ha estado llena de corruptos y conspiradores y, además de combatir en las guerras y definir estrategias militares, deberá descubrir a sus enemigos más peligrosos: los que aseguran estar a su lado para traicionarlo por la espalda.
“Circo máximo: La ira de Trajano” no sólo muestra el desarrollo de las batallas en la Dacia del siglo I y II d.C. definiendo las distintas estrategias y acontecimientos que tuvieron lugar , además, es un compendio del modo de vida de la civilización romana, mostrando sus costumbres, hábitos y estructuras sociales. Si en el primer libro el autor se centraba en los juegos y luchas entre gladiadores, esta novela profundiza más en otro de los espectáculos preferidos de los romanos: las carreras de cuadrigas en el Circo Máximo llenas de tensión, sangre y apuestas que movían mucho dinero e intereses. Salido de esta parte de la trama tenemos a Celer, un auriga posiblemente ficticio que se enfrenta a la pena de muerte por ser acusado de manera injusta de haber mantenido relaciones con una sacerdotiza vestal, la cual debe por ley mantenerse virgen para cuidar la llama eterna de la diosa Vesta. También Posteguillo dedica bastante tinta a la construcción de otra proeza de la arquitectura romana: igual que en “Los asesinos del emperador” Domiciano acometía la construcción del famoso Coliseo (o anfiteatro Flavio) en “Circo máximo” ahora es Trajano quien se empeña en una empresa a priori imposible como es la construcción de un puente que atraviese las caudalosas aguas del río Danubio. La Columna Trajana, tan estudiada en Historia del arte por su originalidad y complejidad detallando las gestas militares del emperador contra el pueblo dacio, también aparece esbozada ya al final de este libro, como no podía ser de otra forma. Por supuesto, también encontramos referencias a las leyes romanas, costumbres religiosas, estamentos sociales, manifestaciones culturales y demás aspectos que resultan muy instructivas para los amantes de esta civilización tan llena de avances y a la vez tan despiadada en algunas cuestiones.
Así, gran parte de la vida del emperador Trajano aparece detallada en esta obra no exenta del aderezo de otras historias paralelas de carácter más ficticio o menos documentado que hacen más amena y completa la trama. Lo que más me gusta es que, en los pasajes de carácter histórico o real, Posteguillo cita el escrito que da fe de dichos sucesos y que son la base para que la imaginación del escritor trabaje y desarrolle una versión de lo ocurrido en distintos momentos del mandato del hispano. El autor también introduce hábilmente algún misterio por resolver que hará que el lector se vuelque todavía más en una historia que ya de por sí resulta bastante adictiva (o al menos a mí me lo ha parecido).
En resumen “Circo máximo: La ira de Trajano” es una novela cien por cien recomendable para los amantes del género romano que prefieren una manera dinámica de acercarse a la historia y que, por supuesto, no le tienen miedo a enfrentarse a un libro de 1100 páginas más apéndices (¡Larga vida a los tochacos!). Por mi parte, voy preparándome para el desenlace de la trilogía cuya reseña espero traerte pronto por aquí.
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