Revista Música
Pensamientos demolidos me dio inseguridad. Las canciones del último disco de Thurston Moore son fluidos de energía que se pierde, o se queda, en un agujero negro en el que te metés con una angustia parecida a la sorpresa, a la tensión. Pero el poder real está en el título: Demolished Thoughts. El miedo a un "no", a un "vemos" y a un "sí" todos juntos. No se pueden lavar los platos mientras escuchás Benediction, o Circular. Hay algo en este disco producido por Beck que es lo más parecido a la posesión de magia negra a la que supuestamente te abducía la guitarra del Jimmy Page de The song remains the same. Solo que desenchufado.
Pero Demolished Thougts no va por el negativo. Para construir hay que destruir otra cosa, un bosque o un pensamiento anterior, lo que sea. Demoler. A pico y pala.
Un brindis por los buenos títulos.