Revista Opinión

Círculo vicioso

Publicado el 08 febrero 2013 por Miguelmerino

Quiero conocer aquel hablarle y decirle hola
¿no le has visto la pistola?, deja esa vaina Javier.

Círculo vicioso, Joaquín Sabina

Aunque intentaba desasirse, era obvio que no podía. Uno de sus oponentes era mucho más fuerte que él. El otro, aunque mujer, no era más débil. Por fin y tras muchos intentos, consiguieron lanzarlo por la barandilla del puente que llaman del Arrebato. El río venía en crecida con sus aguas muy revueltas y arrastrando troncos y otros objetos. Los dos agresores corrieron para seguir al cuerpo de su víctima. Lo vieron forcejear intentando sacar la cabeza del agua y como la corriente lo iba arrastrando, llevándolo una y otra vez al fondo y devolviéndolo a la superficie cada vez más exhausto, hasta que lo vieron quedar inerte totalmente a merced de la tumultuosa corriente. Entonces decidieron volver a su casa.

Estaban en el salón, la una en brazos del otro cuando sonó el timbre de la puerta. Se trataba de la policía local. Habían hallado el cadáver de su marido en el río, atrapado entre unos matorrales de la orilla. Seguramente resbaló y como el río venía en crecida con una corriente muy fuerte, no pudo hacer nada y se ahogó. Lo sentimos mucho señora. ¿Hay algún  otro familiar a quien quiera que avisemos? No muchas gracias, aquí está su hermano, que junto conmigo somos la única familia que tiene, perdón, tenía. Muchas gracias. ¡Ah! Por cierto. Entre las ropas tenía este papel envuelto en plástico. Se trata de un testamento vital. Lo hemos abierto por si nos podía dar alguna pista de lo que hubiera pasado. No se preocupe, me hago cargo, lo entiendo. Buenas noches.

TESTAMENTO VITAL

Yo Luis Díaz Vera, mayor de edad, abogado, de Aguasmilla y con D.N.I. 12.345.678-Z en pleno uso de mis facultades mentales, hago saber que en caso de que cualquier accidente o enfermedad, me deje en estado de vida vegetativo, no se haga ningún esfuerzo por prolongar artificialmente mi vida y en caso de que sea legal en ese momento la eutanasia activa, manifiesto mi deseo de que se me practique.

Otrosí digo, que una vez fallecido en las circunstancias que fueren, deseo que mi cuerpo sea incinerado y mis cenizas lanzadas al río desde el Puente del Arrebato, por mi mujer y mi hermano, mi única familia, si estos me hubieran sobrevivido, a sensu contrario, cualquier otra persona piadosa que tenga a bien llevar a cabo este mi último deseo.

En Aguasmilla a 31 de diciembre de 2012


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