
Somos frágiles. Eso es algo que aprendes en tu primer año de residencia. Pero esa fragilidad es como la del cristal. También somos duros y, al mismo tiempo, de una belleza perfecta y transparente. Las mejores máquinas diseñadas por un ingeniero genial que es la Naturaleza. Hoy he empezado en Cirugía Cardiaca. Y he visto, por primera vez, un corazón latir a pecho descubierto tras la circulación extracorpórea. Mágico. Frágil. De una hermosura perfecta en las manos de un cirujano.
