El tiempo se aceleraba...
Cismatrix es una novela de ciencia ficción del autor norteamericano Bruce Sterling. No se si catalogarla cyberpunk o postcyberpunk. Sterling fue uno de los escritores más influyentes del movimiento cyberpunk. El único libro de él que he reseñado fue la antología de relatos que publicó, Mirrorshades: Una antología cyberpunk.
La trama se ubica en el siglo XXIII, la humanidad se ha dispersado a través de todo el sistema solar gracias al empobrecimiento energético de la Tierra y en parte también a la grave explosión demográfica.
La sociedad humana se ha fracturado básicamente en dos facciones, los mecanistas y los formistas. Los primeros basan sus tecnologías en la cibernética, los implantes y los programas informáticos. Mientras que los segundos avanzan la ciencia de la biotecnología a niveles increíbles.
Estas dos formas de desarrollar el futuro provocan que haya colisiones entre estas facciones, por lo que se mantienen en una guerra fría. Preparándose para la guerra abierta.
El protagonista de la novela es Abelard Lindsay, un formista educado para la diplomacia, Lindsay es exiliado por su activismo político hacia una de las arcologías orbitales para forajidos. Es a través de sus ojos que se nos descubre este excitante y peligroso futuro.
Este exilio lo lleva a colonias lunares, asteroides modificados para contener vida humana, naves alienígenas, el consejo formista de Anillo de Saturno, el cinturón de asteroides mecanista y más.
Bruce Sterling es un visionario. Cuando los demás autores estaban produciendo obras clichés amparadas bajo el manto comercial de Neuromante, Sterling ya producía obras maestras como está, escribiendo post-cyberpunk cuando el genero cyberpunk apenas estaba en ebullición.
Tres razones por lo que me gustó esta novela: Es una obra adelantada a su tiempo, no creo que los lectores de los ochenta supieran contra lo que se enfrentaban. Si los libros fueran seres vivos esta novela seria el padre de Accelerando, de Charles Stross. Las dos novelas comparten muchos temas en común, pero hay que tomar en cuenta algo, ¡Cismatrix fue escrita veinte años antes!
En segundo lugar, la prosa de Sterling es clara, utilitaria y concisa, pero en ocasiones es bellisíma poesía tecnológica:
"Antes, el tiempo le parecía sólido, denso como el plomo. A la sazón, le fluía entre los dedos. Lindsay comprendía que su percepción del tiempo se iba igualando lentamente a la de los ancianos formistas que había conocido en Goldreich-Tremaine. Para los verdaderamente ancianos, el tiempo era tenue como el aire, un viento ululante y destructivo que borraba sus pasados y atacaba sus memorias. El tiempo se aceleraba. Ya nada podría detenerlo para él excepto la muerte. Paladeaba aquella verdad, y le resultaba amarga como una anfetamina."
Y en tercer lugar esta la inagotable proliferación de ideas, como un tsunami de conceptos, tecnologías, filosofías, esquemas, drogas y modas que lo separan del resto del genero cyberpunk, una pirotecnia demencial que satura la mente del lector y le ayuda a proponer nuevos pensamientos por si mismo.
Por ultimo, hay varios temas en la novela, pero el que más me llamo la atención es el enfrentamiento entre lo nuevo y lo viejo, la evolución social, cultural y biológica inevitable entre lo viejo que no desea morir y lo nuevo que desea emerger, ese es, al menos para mi el verdadero corazón de la obra.
Pero no deben temer que es una novela sesuda, estéril o aburrida, esta llena de cruentos combates, retóricos y físicos. Vale la pena leer esta densa y entretenida obra.