Escritora: Jung Chang
No siempre esta escritora se llamó Jung. En realidad Jung, que significa “asuntos militares”, es el nombre que eligió ponerse en tiempos de Mao. Y es que Jung, de 1952, nace y crece en plena época maoísta (1949-1976). Su verdadero nombre tenía una poética más tradicional, y hacía referencia al cisne salvaje, al igual que pasara con los nombres de su madre y abuela. Y por eso, el título de este libro.
Cisnes Salvajes es pues la historia-biografiada de tres generaciones de mujeres chinas, que juntas abarcan la Historia de casi todo el siglo XX de este país, desde el inicio del siglo, hasta que la escritora, en 1978, abandona China, dos años después de la muerte de Mao.
La autora termina este libro en 1991, ya con 39 años, y 13 años después de abandonar China.
Me ha parecido un libro valioso, no sólo por lo que de interés puede tener lo contado de las vidas de tres generaciones en un siglo de circunstancias políticas, económicas y sociales tan cambiantes, sino también porque además de apreciarse la vocación literaria, es muy visible a lo largo de todo el libro, el minucioso trabajo de documentación que hay detrás, y que enriquece y facilita al lector la comprensión de todo lo contado.
Es este un siglo en el que, entre otros acontecimientos, el imperio manchú se derrumba, desembocando en una China feudal de poderosos señores de la guerra, de concubinas y esposas conviviendo en harenes chinos, ya la bisabuela deambulaba lamentándose a Buda, "permíteme que me convierta (se refiere a la reencarnación) en un perro o en un gato, pero no en una mujer"; también la ocupación japonesa; la guerra civil entre el movimiento de derechas (Kuomintang), y el movimiento de izquierdas de Mao; Y ya a partir de 1949, la era de Mao con todo detalle. Todo es minuciosamente descrito y soportada tras la experiencia familiar, de forma que seremos capaces de comprender la evolución del entorno y la evolución psicológica de sus personajes.
Creo que es un libro imprescindible si se está interesado en conocer la Historia de China del siglo XX.
Para terminar, me quedo con la conclusión de esta autora tras convivir con tanto cambio ideológico:
He aprendido “a no juzgar a las personas por sus creencias, sino a dividirlas entre aquellas capaces o incapaces de mostrar crueldad y sadismo” Es decir, para ella no es tan importante lo que uno piense, sino el desprecio que sienta por tu pensamiento y lo que es capaz de hacer para derrotarlo.
Un cotilleo superfluo no del libro: Mao que parece que se dejaba querer por las jovencitas que lo divinizaban, se dice que jamás se lavó los dientes en toda su vida.
NOTAS:
- La tradición de vendar los pies para conseguir unos diminutos piececitos es abandonada en 1917. La abuela es la única que poseía estos “lirios dorados de 8 cms”.
- Llegado el punto en el que el Partido pierde la fe en su líder Mao (sobre todo tras el Gran Salto Adelante y la Gran Hambruna que provocó esta burrada), el Partido quedó dividido, y Mao, que se resistía a perder el control y protagonismo, dirigió todas sus acciones a intereses propios , que no era más que seguir siendo ante todo Mao, con estrategias encaminadas a restablecer las fuerzas de los miembros del Partido a su favor. Esto es una posible explicación de las sucesivas campañas de propaganda y desprestigio, así como sus cazas de brujas. Se dice que consecuencia de esto, fueron en realidad la Revolución Cultural, buscando ponerlo todo patas arriba, cambiando el orden natural de las cosas (el ejemplo más horripilante es el de los jóvenes fanáticos de La Guardia Roja de Mao, y los Rebeldes adultos, que a su vez luego se pelearían en facciones para obtener el control). Es decir, destruir primero todo, para desde cero volver a construir a su favor. Para la escritora: una de las características principales de Mao era el profundo desprecio que sentía por la vida humana. Tardaría años en poder pensar por sí misma, tras tantos años de información fragmentada.
- Clásico de la literatura china del siglo XVIII: "Sueño del Pabellón Rojo”
- Leer “La madre” de Gorki
- El escritor favorito del padre: Lu Xun, escritor chino de los años 20-30. La escritora afirma que posteriormente, leyendo escritos como estos, fue venciendo los efectos del adoctrinamiento.
- Proverbio chino: “Un lugar en el que intenta refugiarse un gato es un lugar afortunado”