“VER EL PATIO DE BUTACAS LLENO OTRA VEZ ES UNA ALEGRÍA”
“Selfie”, una comedia… bueno, un drama… ¡una “dramedia”! (como le gusta llamarlo a su director Alberto F. Prados), abre su segunda temporada en la sala Azarte de Madrid. Junto a su director, Amalia Hornero, Ventura Rodríguez y Laura Río, tres de los cuatro actores que forman el elenco de la obra, nos hablan de “Selfie”, de los selfies, del arte y del arte de hacerse selfies (entre otras cosas). | Por Raquel Jaro.
¿Qué nos cuenta “Selfie”?ALBERTO: “Selfie” es fundamentalmente una historia familiar, no tiene la intención de transmitir ningún tipo de mensaje más allá, ni moraleja. Simplemente es una historia familiar en la que hay una madre un poco dependiente de sus hijos, de que la cuiden, de otro tipo de cosas que la hacen estar un poco “volá” (risas) y trata un poco de eso, de como se gestionan los lazos familiares. Que no te queda otra, no es como alguien de la calle que no tienes obligación ninguna.
¿Qué nos podéis decir de vuestros personajes? AMALIA (Umbralia): Umbralia es un personaje muy complejo y bellísimo que ha creado Alberto, con mucha luz y una gran sombra porque tiene un secreto. Todos tenemos secretos, pero un gran secreto es una fuente de riqueza, para mí como actriz y para un personaje también porque vive toda su vida representando varios papeles. El kit de Umbralia está en “¿quién es ella misma”, “to be or not to be”. Alberto ha construido un clásico sin quererlo con este personaje. Es una mujer llena de sensibilidad, de cariño que no sabe cómo expresar, que mete la pata continuamente emocionalmente. De puertas para fuera es una gran artista y alguien reconocido pero de puertas para dentro es un ser roto, torpe y que se destruye a sí mismo. O sea, una cosilla sencilla… (risas).
VENTURA (Selfie): Selfie es mucho más sencillo que todo esto. Es el personaje que llega nuevo a esta familia porque se enamora perdidamente de Umbralia Pur. Es un personaje muy intenso, con una forma particular de contar las cosas. Es un chico sencillo que se enamora de un personaje complejo y que al final se une a los hijos de Umbralia para ayudarla.
LAURA (Alma): Alma es la hija de Umbralia. Es una chica responsable. Es la madre de su hijo, es la madre de su madre y la madre de su hermano también. Esta atravesando un momento de su vida en el que el agua ya está rebosando y no sabe cómo gestionar esto. No sabe cómo gestionar que su marido la haya dejado por un hombre, tiene dudas sobre cómo educar a su hijo… Lo que vemos en la obra no es la esencia de este personaje, porque ella está acostumbrada a ser la responsable y la cuerda de la familia, solo que está en un momento que está “desquiciá”. Todo le viene grande, no sabe que hacer.
ALBERTO (habla de Martín, personaje que interpreta Sergio Pozo): Martín es uno de los personajes más difíciles porque tiene que estar constantemente contenido, pues es un personaje fundamentalmente cómico pero a la vez tiene un gran peso emocional porque no tiene una buena relación con su madre y se ha ido alejando con los años. Está un poco a caballo entre esa parte alocada que tiene y esa parte más terrenal en la que tiene una dura relación con Umbralia. Alma y él se están convirtiendo, sin quererlo, en esa cosa que yo también quería plasmar en la obra que es el espejo de nuestros padres. Al final el río nos lleva a parecernos sin querer, y eso lo tienen tanto Alma como Martín.
El arte es un tema patente en toda esta comedia… bueno, drama…ALBERTO: ¡Dramedia! A mí me gusta “dramedia” (risas).
… porque Umbralia es una artista, lo que tradicionalmente conocemos como artista, pero Selfie también es un artista (un artista de los “selfies” o “auto-foto”, de toda la vida). ¿Creéis que el arte de Selfie podría llegar a equipararse al arte de grandes nombres y grandes galerías (que es el mundo al que pertenece Umbralia)? AMALIA: Se me vienen a la cabeza el dadaísmo. Hace siglo y pico, los dadaístas dijeron que es arte lo que un artista considera que es arte. Ha pasado el tiempo y todavía nos hacemos la misma pregunta. Digamos que podría llegar a ser una manifestación artística, quizá la categoría de arte no la tenga, pero manifestación artística quizá sí.
LAURA: Yo creo que en realidad lo que ha cambiado es el instrumento. Ahora tenemos un móvil pero, por ejemplo, Velázquez se pintó en “Las Meninas”, Van Gogh se hacía autorretratos… Obviamente, arte no es un “selfie” en el baño poniendo morritos, como hacemos nosotros en la obra, pero tampoco es algo tan descabellado.
VENTURA: Al final son dos formas de hacer arte. Te puede gustar más una u otra pero al fin y al cabo, si tú consideras que lo que estás haciendo es arte, sea como sea, pues es arte.
ALBERTO: Yo creo que sí. De hecho creo que ocurre. Hay una exposición ahora en Madrid de una fotógrafa americana cuyas fotografías encontró un chaval de 17-18 años en los negativos que compró en un rastrillo. Una antigua niñera de una casa puso los negativos a la venta y resulta que era una artista y muchas de las fotografías eran “selfies”, y son “selfies” impresionantes, son obras de arte. O sea que, al final, yo creo que viene de la mano de quién sea el artista.
AMALIA: Los “selfies” pueden ser un canto amoroso al ego personal, pero si se tiene en cuenta la composición, la armonía y otra serie de componentes artísticos, sí podríamos llamarle arte.
ALBERTO: Y el momento. Ella (la artista), se hacía una foto en una manifestación cuando murió Martin Luther King. Para mí eso sí pasa a la historia como una “selfie” que sí es una obra de arte, porque el momento era único.
Muchas veces se critica que cuando quedamos con gente estamos siempre pendientes del móvil. Sin embargo, el personaje de Ventura, Selfie, utiliza su móvil para captar la esencia del momento. ¿Qué opináis? ¿Disfrutamos menos los instantes por estar pendientes del teléfono o los hacemos únicos al captarlos con nuestra cámara? ¿Estamos en el móvil o en la realidad?
VENTURA: Yo creo que se puede estar en ambos sitios. Tú estás con amigos y de repente hay un momento que te apetece recordar pues te haces un selfie, como hace mi personaje. Yo no considero que eso sea una forma de evadirnos de estar juntos, se puede compaginar perfectamente. Tampoco es cuestión de estar con el móvil todo el rato, que acabamos de salir de la obra, pues nos hacemos todos un selfie y lo subimos a las redes para decir que ha sido una función estupenda, pues en el fondo es una forma de compartir y de plasmar un momento importante, o que a ti te ha parecido importante.
LAURA: Yo pienso igual. Una cosa es estar con el Whats App sin levantar la cabeza… pero yo sí soy fan de los selfies en las redes sociales, me divierte ver lo que la gente comparte y me gusta, y me gusta hacerlo.
ALBERTO: Pues a mi no, ¡gente del mundo, me cansáis con los selfies! (risas) Es que hay cuentas de Instagram que son todo selfies, con la misma postura, con los mismos morritos… la línea entre una cosa y la otra es el sentido común, que es el menos común de los sentidos.
AMALIA: Además tú (a Alberto), escribiste esta obra y le pusiste título antes de la moda de los selfies.
ALBERTO: Es verdad. Hace dos o tres años estaba en un bar con unos amigos y en ese momento yo estaba escribiendo una obra de microteatro, que sería el germen de lo que hoy es “Selfie”, y no teníamos título. Entonces nos hicimos una foto, un selfie (que por entonces no se llamaba selfie), y vino un hombre, un americano que chapurreaba español, y nos dijo “¿sabéis cómo se llama esto allí? Selfie”. Ya cuando estrenamos ya había sido el boom de la palabra, pero entonces era la primera vez que la escuchaba.
AMALIA: La palabra, luego en la obra tiene que ver también con “selfish” (egoísta).
Es curiosa la relación que tienen en la obra Umbralia y Selfie, por su diferencia de edad (Selfie es mucho más joven que ella) pero también por sus diferentes personalidades, ¿creéis que es posible que dos personas tan diferentes se entiendan tan bien?
AMALIA: ¡Sí! Y aquí está el ejemplo.
VENTURA: Yo creo que sí. Al fin y al cabo lo que tienen es amor y Selfie lo dice, que es sincero y puro, y realmente lo es. Él sintió amor por ella cuando se hizo el selfie y apareció ella en el selfie y él está loquito por ella. Puede pasar perfectamente, lo que pasa es que muchas personas tenemos muchos prejuicios y a veces en el amor nos cortamos por el “¿qué pensarán?” “¿cómo reaccionará mi familia?” “¿cómo reaccionarán mis amigos?”. Y al final tienes más miedo de lo que piensan los demás que de disfrutar tú mismo.
AMALIA: Si hay algo que puede trascender todos los límites en el ser humano es el amor, no hay otra cosa.
En esta obra vemos a diferentes generaciones, Umbralia es madre de Alma y Martín, ellos tienen sus propios hijos… pero Alma y Martín son los que, además de educar a sus hijos, cuidan y educan a su propia madre ¿creéis que llega un punto en el que nosotros pasamos a educar a nuestros padres?
LAURA: Yo creo que, aunque es evidente que a nosotros nos educan nuestros padres, sí que llega un momento en nuestra vida que parece que se cambian los roles. A mí esto me da mucha pena porque creo que lo hace el paso del tiempo, aunque en su caso no sea eso. Yo creo también que esto suele pasar cuando hay algo que no va bien. Yo creo que mi personaje educa a su hija e intenta educar a su madre, lo que pasa es que su madre es volátil y va a su bola, pero es verdad que dedica el mismo tiempo en criar a su hijo que en enderezar a su madre, porque no es tanto educarla como reconducirla.
VENTURA: Yo creo que no es tanto educarla, sino aconsejarla y ubicarla en el camino que es el mejor para ella.
AMALIA: Claro, porque entonces entramos en zona peligrosa, un psicólogo nos lo puede explicar seguro.
ALBERTO: Me ha gustado que te hayas fijado en eso porque yo creo que mucha gente piensa (aunque también es así) que hemos ubicado a los hijos en escena (que son dos miembros del público) como recurso teatral para hacer gracia y punto. Esto está pensado para que nos demos cuenta de que educamos y los niños lo ven todo, ven todo este cuadro que está pasando, y eso es educar en inteligencia emocional. Quería que al menos una persona del público dijera “¡y están diciendo todo esto delante de los niños!”. Por ahí va la educación, ellos están lidiando con lo de su madre y lo están viendo los niños.
Por último, como abrís la segunda temporada, quería preguntaros ¿cómo se siente al saber que la obra ha triunfado, que ha sido un éxito?
LAURA: Alegría y subidón porque no es nada fácil ver una sala de teatro llena. De hecho ayer estábamos con los dedillos cruzados en plan “a ver ahora a la vuelta”. Y ver el patio de butacas lleno es una alegría, en los tiempos que corren más, y con un derbi más.
AMALIA: Tenemos mucha ilusión todos por hacer reír como en la primera temporada o más.
VENTURA: Además, yo creo que la obra ha cambiado muchísimo para mejor, la historia es mucho más potente, los personajes están mucho más definidos, hay varias cositas que han cambiado y el resultado es mucho más potente que antes. Puede gustar muchísimo más y esperamos tener el mismo éxito.
AMALIA: ¡Y nos lo pasamos muy bien!
¡Muchas gracias! Antes de que os vayáis… ¡vamos a hacernos un selfie!
Documentato gráfico de nuestro selfie con el equipo de "Selfie"
:: "Selfie" puede verse todos los sábados y domingos a las 19:00 horas en la sala Azarte.