Revista Cultura y Ocio
Aunque la condición previa para una queja es la creencia de que las cosas no son como deberían ser, el mero reconocimiento y expresión de este hecho no basta para que nazca una queja completamente formada. Por ejemplo, un estoico puede pensar que es importante aceptar la imperfección del mundo, y asimismo, reconocer que nada es como debería ser; esto no sería quejarse sino describir.