Ficha técnica
Autor/a: AUSTER, Paul
Título original: City of glass
Traductor/a: Maribel de Juan
Edición: 13ª ed.
Lugar de edición: Barcelona
Editorial: Anagrama
Año de edición: 2008
Número de páginas: 163
ISBN: 978-84-339-1476-7
Ciudad de cristal forma parte, junto a Fantasmas y La habitación cerrada, de la denominada trilogía de Nueva York por ser ésta ciudad donde se desarrolla la trama de los tres libros y por compartir el género detectivesco.
Cuando leí la contraportada me imaginé una historia al estilo de las de Hammett o Chandler y cuál fue mi sorpresa al darme cuenta que ésta no es una historia de detectives al uso.
Todo comienza cuando Quinn recibe varias llamadas en plena noche confundiéndole con el detective Paul Auster. Una de esas noches, Quinn se hace pasar por Auster cuando el interlocutor llama de nuevo y decide concertar una cita con él.
Es así como Quinn conoce a Peter Stillman y su historia, de cómo su padre decidió encerrarlo en una oscura habitación cuando tan solo era un niño para que pudiera hablar la lengua primigenia, aquella que los hombres olvidaron cuando se construyó la Torre de Babel. Pero los planes de su padre se ven truncados al producirse un incendio en la vivienda y las autoridades rescatan a Peter, ingresándole en una institución y encerrando a su padre en un manicomio del que está a punto de salir.
Quinn se sumerge, y nosotros con él, en una investigación llena de elucubraciones más allá de la coherencia donde todos se convierten en cazadores y presas al mismo tiempo.
Ciudad de cristal es una novela cortita, con una prosa muy rica en matices, pero llena de sorpresas y referencias a otras obras literarias como Alicia en el país de las maravillas o El Quijote donde, al igual que estas, nada es lo que parece.
Después de leerla me he quedado con la sensación de que es el libro más extraño y surrealista que he leído en mucho tiempo pero lo que más me ha sorprendido es saber que fue el propio escritor quien recibió una llamada equivocada donde preguntaban por una agencia de detectives y, de ahí, surgió la idea de escribir este libro.
Por último, comentar que los amantes del cómic también pueden disfrutar de esta obra gracias a la adaptación que hicieron David Mazzucchelli (trabajó para Marvel) y Paul Karasik.