Ciudad De Lobos

El señor H siempre soñó con ser el presidente de una respetable firma extranjera, había estudiado a fondo todo lo relacionado con la economía y después de un master en idioma, solo le faltaba el trabajo.

Se levantó más temprano que de costumbre y se puso a observar la ciudad, el humo subiendo lentamente desde las fabricas de celulosa, cada vez se sentía un personaje de una de las películas futuristas donde el planeta desaparece por la contaminación. Pero el ruido continuo de los carros le tranquilizó extrañamente.

Puso un pequeño televisor y se dispuso a cambiar el piyama, para después leer tranquilamente el periódico en busca del deseado trabajo. Cosa rara aparecía una foto suya en las páginas centrales, una odiosa foto de cuando fuera explorador y participara en los torneos estatales. ¿Cómo llegaría su foto al periódico? Pero su asombro fue cuando debajo en letras rojas y demasiado grandes para el buen gusto se podía leer se busca por asesinato. ¿Cómo podía ser que alguien matara sin saberlo? Ya casi sentía las botas de los militares subiendo por la escalerilla trasera. El corazón se le quería salir y ahora que lo pensaba un poco, no podía recordar nada antes de levantarse.

De seguro pasó parte de la noche con alguna chica. Pero le fue imposible recordar. Se levanto y de un salto fue a la ventana, podía sentir las sirenas desde varias direcciones acercándose. Descorrió apresuradamente las cortinas y estuvo un largo rato arrodillado mirando, pero la gente pareciera continuar con su vida.

Corrió hacía la cocina, seguro de que los militares estaban tomando posiciones sin el menor escándalo.