Revista Cultura y Ocio

Ciudad de Rabia - Luis Guillermo del Corral

Publicado el 04 mayo 2018 por Tomas
Perseguido por la Ley, temido por el Inframundo del crimen, Dark Spider deja su terrible sello en aquellos que hacen de los indefensos y desamparados sus presas. Harry Page, respetable miembro de la alta sociedad de Nueva York es en secreto la Némesis del Inframundo, librando una solitaria guerra contra aquellos que hacen del crimen su modo de vida y del hampa su hogar. Sus únicos aliados son Rita, su prometida, Neil Cuervo, su sirviente navajo y Noah, su chofer.Cuando una ola de brutales ataques deja un rastro de sangre y muerte a lo largo y ancho de la ciudad, Dark Spider deja que los criminales conozcan el único lenguaje que son capaces de entender. ¡El lenguaje de la muerte!
Luis Guillermo del Corral (Vindius el Guerrero del Norte, Vindius el Indómito) escribe una historia de acción frenética y plomo ardiente en la tradición de autores como Norvell W. Page y Walter Gibson.
Ciudad de Rabia - Luis Guillermo del Corral
Dlorean Ediciones comienza con fuerza este 2018. Sword & Planet, SteamPunk, Weird West... y también una incursión en el subgénero pulp de Mistery Men, de mano de un gran conocedor del mismo: Luis Guillermo del Corral, que ya había escrito más de veinticinco fan-fictions de The Spider en la longeva y ahora clausurada Action Tales
El protagonista de Ciudad de Rabia, Dark Spider es, de hecho, una reescritura de The Spider, un personaje pulp clásico creado en 1933 por Harry Steeger y lanzado para competir con otro popular héroe de los quioscos: La Sombra (The Shadow). Y Luis Guillermo del Corral se muestra como un gran conocedor de la obra de Norwell W. Page, autor que, bajo el seudónimo de Grant Stockbridge, escribió unos ochenta relatos de The Spider entre 1933 y 1943. 
Fiction, trasunto u homenaje es lo de menos. Lo importante es la elevada capacidad de diversión que encierra Ciudad de Rabia. Volvemos a los tiempos de los justicieros enmascarados que combatían el crimen de la manera más expeditiva: a tiros y sin dudas morales, con un sencillo e inamovible sentido de la justicia.
La novela de Luis Guillermo del Corral se puede disfrutar de dos formas. La primera, identificando los paralelismos de Dark Spider con The Spider y apreciando cada uno de ellos: la correspondencia de cada uno de sus aliados con uno de los originales (Rita - Nita, Ram Singh - Neil Cuervo, etc.), los disfraces, las armas, el mechero de platino, el sello con el que marca a sus víctimas, el rasgo de nunca disparar a policías... La segunda, olvidándose de todo eso y dejándose sorprender. Mi recomendación es optar por esta última, porque lo que leemos es un producto cuidado con mimo hasta el último detalle para disfrute de los amantes del pulp, y trasluce la diversión que experimentó el propio autor al escribirlo.

Ciudad de Rabia es la primera aventura de Dark Spider que leemos, pero no la primera que vive el personaje. Veremos que tiene una larga trayectoria, y que ya es un viejo conocido de los criminales, que le temen de manera reverencial, y de la Policía, que le busca para apresarlo, porque no aprueba sus métodos y lo considera un asesino. Desde la primera página, Dark Spider ─o Harry Page, su verdadera identidad tras el disfraz que deforma sus rasgos─, quien comienza su periplo en Chicago antes de regresar a Nueva York, ciudad en la que transcurre el grueso de la trama, no cesará de huir de las fuerzas del orden, encabezadas por el comisario Edward Keeler ─quien sospecha la identidad de Dark Spider, aunque nunca pueda probarla─, mientras que persigue la pista de una misteriosa banda de violentos criminales.
Bien formado en el pulp clásico, Luis Guillermo del Corral reproduce el estilo clásico de los antiguos relatos de Norwell W. Page o Walter Gibson (autor de La Sombra), lo que incluye referirse al personajes por sus apelativos (el más habitual, «la Némesis del Inframundo», pero también «la némesis del crimen», «el enemigo del crimen», «el verdugo del crimen» y otros), el uso continuado de frases entre exclamaciones y la finalización de casi todos los capítulos en suspenso. Por suerte nosotros tenemos todo el volumen para leer de un tirón, pero imaginemos a los sufridos lectores de antaño, soportando la intriga una semana entera para seguir las aventuras de su héroe favorito.
Aventuras que, no podía ser de otra manera, están marcadas por un elevado nivel de violencia. El killcount es de dos dígitos, y no se ahorra en tiroteos, armas blancas, heridas sangrantes, cuerpos descuartizados, cabezas destrozadas a balazos y sangre a cubos. La ausencia de censura vuelve a jugar a favor de los autores de neopulp, y los lectores podemos disfrutar del enfrentamiento de un justiciero armado con dos pistolones del .45 con una banda de mafiosos berserkers vikingos que siembra el terror en Nueva York con sus hachas a dos manos.
La novela gana enteros con el tono actualizado que le imprime el autor, tanto por el carácter multicultural del grupo protagonista ─los aliados de Dark Spider son Neil Cuervo, un indio navajo, y Noah, un enorme ex-boxeador negro─, como por el papel activo en la historia que tiene su prometida, Rita, como por los detalles curiosos, por ejemplo la breve aparición de otro celebérrimo justiciero enmascarado. Ha conseguido además una ambientación y una atmósfera muy creíbles, lejos de resultar impostadas, fortalecidas por la voz narrativa que ya comentamos, tan asociada a la Edad de Oro del pulp, cuyo efectismo y búsqueda del impacto comienzan con los propios títulos de los capítulos, escogidos con intencionalidad.
Resulta de interés que Luis Guillermo del Corral mantenga, a través de la persecución policial a Dark Spider y de la tensa relación entre el justiciero y el comisario Keeler, un cierto debate moral sobre el vigilantismo, ausente en muchas historias de Mistery Men o vigilantes enmascarados, y sobre los riesgos de que los ciudadanos sin autoridad legal se tomen la justicia por su mano. En cualquier caso, recordemos, esto es pulp y aquí hemos venido a divertirnos.
En lo formal, se beneficia de un estilo muy depurado, con mucha atención a las formas, el mismo que ya habíamos visto en Las aventuras de Valentina la Roja. El ritmo narrativo es frenético, con los momentos de distensión justos para relanzar la acción, normalmente para que Dark Spider pase de perseguido a perseguidor, o al revés, pues entre la Ley y el Crimen, el protagonista no tiene un momento de respiro. Igual que los lectores de Ciudad de Rabia.
Tras la novela principal, se incluye un relato complementario, Primera plana, que transcurre en el mismo universo de Dark Spider, unido con la historia principal a través de un elemento narrativo que aparece en ambos textos, pero con el justiciero en un papel secundario. Este relato supone un homenaje más a los títulos clásicos del pulp, pues era práctica habitual, en las novelas de The Spider y otros personajes, la inclusión de un relato de estas características acompañando a la historia principal.
Podemos afirmar ya, para concluir, que la iniciativa de micromecenazgo de Dlorean, que ha traído El dirigible, Gimrod y Ciudad de Rabia ─además de una antología de relatos de Action Tales─ ha sido todo un acierto, y ha mostrado el interés que despierta el neopulp entre el público, que la han apoyado sin dudarlo. Ahora, con el personaje y su universo ya presentados, esperamos que sus aventuras tengan continuidad, y podamos disfrutar de más Dark Spider y de más sanguinolenta lucha contra el crimen en los bajos fondos de la Nueva York de entreguerras.

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