Revista Cine
"La guerra es una droga", dicen algunos...yo qué queréis que os diga, prefiero la cocacola...La guerra no es nada fashion, ni de diseño, ni "mola nada".
En la guerra se comenten salvajadas atroces. Mueren civiles, niños, mujeres, hombres...y por mucho que hoy la CNN nos ofrezca imágenes, nunca hemos sabido menos de la guerra que ahora. Muchos creen que la guerra es eso que nos muestran las imágenes de televisión, censuradas, manipuladas y descontextualizadas. Pocas veces vemos cómo se viola y mata a mujeres y niños, como se pierden y mutilan miembros... La información de las guerras siempre suele ser sectaria, controlada por unos pocos que difunden aquello que les interesa.
En esta película vemos la matanza por parte de los japoneses de los ciudadanos chinos de Nanking y si buscamos información veremos como por parte de Japón no se reconocen la mayoría de las víctimas civiles, mientras que desde China se habla de 300.000 civiles asesinados. No ayuda mucho a la credibilidad japonesa que se hayan encontrado fosas con miles de muertos, muchos de ellos con las manos atadas a la espalda. O por ejemplo documentos que aluden a campeonatos de decapitaciones por parte de soldados nipones.
La película tiene tres partes. Una primera basada en la contienda bélica, espectacular y bebiendo de fuentes como "Salvar al soldado Ryan", donde vemos escaramuzas, batallas entre el ejército japonés y chino. Cuando esta parte finaliza vemos tres escalofriantes matanzas de soldados, brutales, salvajes e impactantes que llegan a doler. La tercera parte nos cuenta como vivieron los refugiados en Nanking su represión, las atrocidades cometidas contra ellos. Si bien dentro de la parte bélica vemos como son asesinados soldados, en ésta parte tenemos violaciones (los carros de mujeres desnudas que han sido violadas y asesinadas), asesinatos, niños que mueren (impactante aquel momento en que un soldado japonés tira por una ventana a una niña) y un intento por parte de los diplomáticos para salvar vidas.
La película intenta desnudarse al máximo de sentimentalismo, aunque a veces cae en ello con la mirada de un soldado desbordado por lo que ve a diario, pero he de reconocer que es necesario porque dicho soldado asume la mirada del espectador y con el que el espectador empatizará. El director nos muestra, nos invita a ver y después a reflexionar. Se podría criticar que es ciertamente propagandística desde un punto de vista chino (aunque estos tienen mucho que callar hoy en día) y que no gustará demasiado en Japón, pero que la presunta propaganda no ha de hacernos olvidar aquello que la cinta nos cuenta y es que el hombre es terrible y capaz de las atrocidades más violentas...
Eso si...al final el director cierra la cinta con la sonrisa de un niño, algo que el espectador totalmente devastado por el atroz espectáculo que ha sufrido a nivel personal y disfrutado a nivel cinematográfico.
Calificación final:9