Ciudad del Cabo 2010 reúne miles de líderes evangélicos sin la delegación china

El mayor congreso de evangelismo de los últimos años ha comenzado con la atención puesta en la persecución que aún en pleno siglo XXI sufre la iglesia en el mundo. La delegación China, formada por más de 200 cristianos que se iban a desplazar a Ciudad del Cabo para participar de ´Lausana 3´, no ha podido asistir debido a la prohibición del Gobierno chino, que consideraba este encuentro una «amenaza a la seguridad del Estado».

Participar en el Congreso de Lausana ha sido considerado una amenaza para la nación por parte de las autoridades chinas y por ello les negó la salida del país a la delegación que participaría en el evento.

Abraham Liu Guan, anciano de una iglesia casera ha declarado a la prensan que cuando intentó pasar por la aduana en el aeropuerto de Beijing «los oficiales de defensa de frontera me manifestaron que habían recibido un aviso de la Administración Estatal de Asuntos Religiosos y el Ministerio de Seguridad Pública. Indicaron que nuestra participación en esta reunión amenazaba la seguridad del Estado, y que no deberían permitirnos pasar por la aduana». A algunos de los delegados chinos se les incautaron los pasaportes, uno fue detenido y a otros se les ha impedido salir de sus hogares.

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