Revista En Femenino

¡Ciudad VERDE!

Publicado el 09 febrero 2012 por Bebloggera @bebloggera
Por Marwa, desde Chile
¡Ciudad VERDE!
¿Cuándo será el día en que nuestros espacios públicos estén libres de humo? ¡Ya sé! Cuando nuestros políticos tengan ¡PELOTAS! Sí señor, si usted es político y está leyendo este post, yo le deseo a usted que le crezcan un par de PELOTAS, gruesas y grandes, para que las ocupe señor.Y se habrán dado cuenta que estoy dirigiéndome solamente a los hombres… y sí… es solamente para molestar.Pero es verdad queridas y queridos lectoras y lectores. Hay muchas cosas sucias detrás de las leyes para hacer desaparecer las drogas legales que nos están matando y, entre ellas, está el cigarrillo.Pero no quiero solamente hablar del cigarrillo, quiero hablar de las ciudades que están cada vez más verdes. ¡Estuve hace pocos días en una! San Francisco, del Estado de California, allá en los Estados Juntos. Quizás no es aún TAN verde como otras ciudades, pero la verdad a mi me bastó, y eso que yo soy fregada.Primero, todas las ciclo-vías, que ocupé más que feliz, bien marcaditas y delineadas. Se puede andar en bicicleta por casi toda la ciudad y la verdad es que es espectacular, y está lleno de ciclistas ya que la contaminación es muy baja y una de las razones es la gran cantidad de autobuses híbridos, autobuses eléctricos y esa especie de funiculares que salen en las pelis. ¡Fantásticos! Además, todos los basureros, de las calles, casas y restoranes, con compartimentos para reciclar los distintos tipos de desechos y basureros especiales para botar la ropa, los zapatos, y otros artículos que pueden ser utilizados por gente menos afortunada.

¡Ciudad VERDE!

Marwa


¡Ciudad VERDE!

Los supermercados me mataron (sin contar las grandes cadenas, como Wallmart) ya que venden muchos productos de granjeros locales, lo que reduce muchísimo la huella de carbono. Y eso que todos deberíamos tener la oportunidad de comprar: productos que sean producidos cerca de nosotros, lo que contribuye de manera fundamental a la salud de la madre tierra. Además, gran parte de estos productos son orgánicos y sin modificación genética. ¡QUE ESPECTACULAR! También lleno de productos que están patentados y certificados como veganos y libres de cualquier tipo de experimentación animal.¡Ah! Los animales… ningún perrito o gatito en la calle. Tenencia más que responsable de los animales y mucha, mucha gente con mascotas rescatadas de, por ejemplo, estos lugares en donde los utilizan para experimentación.En el metro, muchos letreros sobre cómo mantener limpio, cómo reciclar, cómo ayudar al planeta, cómo ser un buen vecino… ufff… realmente maravilloso. Pero lo mejor de todo es que la gente y sobre todo las nuevas generaciones, ¡respeta y sigue este modo de vida!¿Y porqué comencé hablando de los políticos? Porque resulta que este tipo de leyes son aquellas que piensan para el largo plazo, en muchos años de largo plazo. Y a nuestros políticos no les interesa eso (los menos sí). Lo que les interesa es algo que les de votos AHORA YA… qué les importa que la tierra esté sufriendo si total a la "mayoría" de la gente le sigue saliendo agua potable por la llave…

¡Ciudad VERDE!


La verdad es que quedé encantadísima con esta ciudad y sus alrededores. Yo espero alguna vez que este hermoso país, lleno de recursos naturales que están siendo vendidos a los extranjeros, sea gobernado alguna vez por gente con criterio, gente de los nuevos valores acuarianos, que cuiden nuestro hogar llamado PLANETA TIERRA y que le den a nuestros hijos la verdadera dignidad de lo que realmente significa la palabra HUMANO (no hay animal que destruya su propio entorno).Por otra parte, cuando uno habla de esto, hay mucha gente que dice: "pero si nadie recicla.. ¿qué saco yo?", "pero si todos botan las colas de cigarrillos al suelo (¡GUÁCALA!), nada cambiará con mi sola colilla", "pero si la gente bota agua igual, ¡por qué mis duchas tienen que ser más cortas?". Este tipo de pensamiento a mi sencillamente me revienta... es un tema entre nosotros y nuestra madre tierra... si te preocupas de lo que hace el resto, nada valdrá nunca la pena para ti mismo. ¡He dicho!

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