El Casco histórico de Berna, lo que ellos conocen como Altstadt o Ciudad Vieja, es Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Situado en un recodo del río Aar ofrece, desde sus calles medievales, unos muy agradables paseos...
Paseos en los que resultarán destacables la catedral (Munster), el palacio federal de gobierno (Bundeshaus), la torre del reloj (Sytglogge), un buen número de fuentes, pero sobre todo los seis kilómetros de calles porticadas, que invitan a una experiencia comercial inolvidable.
Lo que más llama la atención de sus dos calles principales son sus sótanos, una característica común a cada bloque de viviendas, al que prestan apoyo desde la amplitud de sus bases. Las bodegas se entierran a medida que asciende la calle: empiezan siendo puertas verticales junto a unas escaleras desde las que se accede a la zona porticada de viviendas (tal y como puede verse en la foto precedente), hasta convertirse en puertas casi horizontales, a escasa inclinación del ras de suelo, desde las que se accede, también a través de unas escaleras, a sus respectivas bodegas...
Hace muchos años que estas bodegas dejaron de ser carboneras para convertirse, al menos una buena parte de ellas, en pequeños locales comerciales de entre los que destacamos: peluquerías, tiendas de ropa, bodegas, bares de copas, etc....
A esta oferta comercial hay que añadirle los múltiples locales comerciales que se sitúan en las zonas porticadas dando cobijo, en no pocas ocasiones, a todo tipo de boutiques en las que el lujo alcanza a ser una constante.
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