Ciudadano Rajoy

Recuerdo cuando vi por primera vez Ciudadano Bob Roberts. Fue a principios de la década de los 90 y me parecía increíble su crítica y denuncia de la política y no me dejó indiferente. Se trata de un falso documental sobre la manipulación política a través de la figura de un aspirante a senador, Bob Roberts, con ideas reaccionarias propias del ultraderechista ala del tea party republicano. En el seguimiento de su campaña electoral se analizan los intereses que realmente se esconden tras la figura de este populista y racista candidatos.

No obstante, pensaba que muchas de las barbaridades que hacía, decía y cantaba su protagonista no podrían pasar en España. Sin embargo, 20 años más tarde apreciamos que lo peor del discurso de ese ficticio y miserable candidato a senador forma parte de los principios ideológicos del Gobierno del PP. En concreto, vemos como se criminalizan a los parados (con falsas cifras de fraude y empeoramiento de condiciones), a los pobres (cobrando multas en algunos ayuntamientos por pedir en la calle), a la mujer (con la nueva ley del aborto), a los enfermos crónicos (con el copago por el “abuso”), a los dependientes (con la congelación de prestaciones y acusaciones de cobros indebidos), a los estudiantes ( que se les tilda de malos estudiantes por reivindicar una mejor ley educativa) y muchos otros colectivos…lo que supone, de hecho, la criminalización generalizada de la protesta social (con multas, penas e incluso uso abusivo de la fuerza)

Tras la criminalización de estas situaciones, lo que verdaderamente se esconde es la culpabilización a estos colectivos de su propia situación. Los parados son vagos, que encuentren trabajo y no se rasquen la barriga. Las mujeres que apechuguen con el embarazo. Los enfermos crónicos que se paguen sus medicamentos, como lo hacen quienes no los necesitan. Los estudiantes que se esfuercen más con independencia de su situación social y económica, que es lo que determina sus posibilidades reales de estudiar. Los pobres que cambien de vida y trabajen, que pedir limosna es muy fácil. Y las personas que cuidan a los dependientes, que eso de cuidar un familiar y cobrar cómo va a ser, que eso se hace por amor y si tienes que dejar tu trabajo y cambiar por completo tu vida es tu problema y mala suerte.

Para nuestro Gobierno, que defiende estas ideas y procura lanzar ese mensaje para que cale en la ciudadanía, la criminalización de la protesta y la culpabilización de los colectivos que la ejercen no es sino la articulación de la respuesta necesaria contra las quejas de unos irresponsables, unos mantenidos por el Estado, losers, que no trabajan duro, porque los hombres y mujeres de bien salen a delante por sus propios medios. El neoliberalismo puro y duro, la ley de la selva.

Analizando esta situación viene a mi cabeza cuando Bob Roberts canta en la película “Complains”. Una letra contra todos aquellos que se quejan de su situación. Una situación de la que, según el derechista discurso del protagonista, ellos mismos son los únicos responsables. Todo un himno neocon que bien podría amenizar el hilo musical de las reuniones de Rajoy y su partido, vista las políticas, convicciones ideológicas y manifestaciones públicas de sus miembros. Porque lo único que diferencia realmente al fascista Bob Roberts de nuestro Presidente es que canta, porque no me imagino a Rajoy guitarra en mano cantando si quiera la Rianxeira. Esto es terrorífico y no una noche de Halloween.

En este vídeo puede verse ese momento de la película. Cuando lo vean posiblemente me entenderán mejor…

Ficha de la película: Ciudadano Bob Roberts.

Nota: Tim Robbins, actor, guionista y director de la película y conocido por sus ideas progresistas y activismo social en Estados Unidos, al ver lo pegadizo de algunas de las canciones del film, y las barbaridades que se decían en ellas, se negó a que aparecieran en la BSO para que no se convirtieran en letras que pudieran utilizarse por partidos políticos que reivindicaran esas ideas reaccionarias.