Es difícil entender cómo todavía hay gente que piensa que Ciudadanos es un partido autónomo. A pesar de las aparentes diferencias, surgidas con el resultado electoral en Cataluña, no dejan de salvar al PP y a sus gobiernos central y autonómicos.
Cómo se puede comer que diciendo ser el partido adalid contra la corrupción y la opacidad, acaba siempre ayudando al PP. El último caso se ha dado en la C.A.M. en donde a Cifuentes le ha salvado la campana de Ciudadanos y al final, gracias a los chicos de Rivera, la sargento de hierro se ha salvado de comparecer en la Comisión de Investigación.
Esconder documentos del Canal, dicen que es una falta administrativa, cuando tenían orden judicial para entregarlos a la oposición. Y es que C’s, por la mañana, pedía la comparecencia, pero la sargento Cifuentes les ha puesto firmes, amenazándoles con romper el pacto de gobierno con ellos –fuera del poder, Ciudadanos tiene frío y no sabe hacer oposición— y estos muchachos han pisado el freno y han dado marcha atrás. Ha bastado una orden del PP para pararles los pies. Es lo que hay.
El cabo chusquero Rivera, subalterno excelente del general M. Rajoy, es un chico listo, que no inteligente –el pobre ha estudiado en un colegio de pago y además ha cumplimentado su formación política en las NN.GG. del PP--, y sí, es listo y capaz con un equipo de Monopoly, empleando eslóganes vacíos y actuando con un afán incontestable por acaparar votantes, de parecer un partido político.
Desde luego, nadie dirá que no ha sido eficaz buscando caladeros de votos, pasando desde la socialdemocracia de hace un par de años a la derecha extrema. Lo que ocurre es que todo es un paripé. Jugando a defender la honradez y la transparencia, ayuda, constantemente, al PP. Y así, a cambio de algunos pequeños sacrificios del PP –renuncia de algunos de sus corruptos poco importantes— consigue parecer para muchos, un partido decente, cuando su rol es el de mamporrero pepero a tutiplén.
Apoya sus presupuestos, les ayuda en las difíciles decisiones contra los independentistas, les perdona –haciéndoles pagar un pequeño precio— su corrupción y tratan de presentarse como un partido político regenerador.
El PP trata de demostrar un disimulado enfrentamiento con los chicos de C’s, con el fin de completar los votos de la derecha entre ambos, incluidos algunos de centro o de la izquierda que, engañados, piensan en que C’s es un partido regenerador. Y lo hace, porque sabe que al final, Rivera y Cía terminarán cayendo en sus filas, después de haberles servido mucho y bien.
En fin, lo dicho. Y, hoy, con el caso de la comisión de investigación de la CAM lo ha vuelto a hacer. Y no nos engañemos: Ciudadanos y PP la misma cosa es.Salud y República