¿Os imagináis, de alguna forma, como será el futuro en estos años de avances tecnológicos y cambios continuos en el modo de entender la vida?, Norman Foster el arquitecto más famoso del mundo lo ha hecho y os aseguro que no os va a dejar indiferentes.
Nunca te has preguntado si hace 4 o 5 millones de años los primeros descendientes del ser humano que poblaron la tierra, los “Australopitecus”, soñaban con crear sus propias comunidades en las que poder convivir y mejorar su bien-estar, si los egipcios ya imaginaban a gente volando por encima de las nubes como las aves, si lo romanos ya soñaban con islas artificiales erigidas desde las propias aguas, a base de rocas y arena, desafiando el poder de los mismísimos dioses como es el caso de “La Palmera “, en Abu Dabi, o si durante el Renacimiento genios como Brunnelleschi o Leonardo tendrían la osadía de imaginar edificios como el Burj Khalifa de una altura arquitectónica superior a los 800 metros, y que representa no solo una pericia desde todos los puntos de la construcción, sino el símbolo de poder más espectacular que puede tener una nación. La pregunta es, cómo y por qué se ha producido esto, la respuesta es muy sencilla, desde la rueda hasta el smartphone, o desde el fuego hasta los ordenadores actuales, el ser humano ha evolucionado gracias a la tecnología la cual le ha permitido que las sociedades actuales puedan concebirse tal cual las entendemos en este momento
Nueva York, es el mayor exponente del siglo XX en este tipo de evolución, se construye ya que reunía las condiciones topográficas y posicionamientos geográficos estratégicos, buscando reunir el mayor número de personas posibles para que las actividades comerciales y económicas del mundo se pudiesen llevar a acabo en ese lugar concreto, convirtiéndolo en el epicentro del planeta. Nueva York está considerada arquitectónicamente como una de las ciudades más sostenibles del planeta, ya que en vez de crecer a lo largo del territorio, inundando todo sin control y de una forma totalmente irracional, como es el caso de ciudades como Ciudad de México, aquí el territorio crece de forma vertical, comportándose de una manera limpia y respetuosa con la naturaleza.
Si Nueva York fue la cuna de la ciudad moderna del siglo XX, ¿Os imagináis una ciudad sin tráfico, ni ruido, una ciudad completamente peatonal, con calles estrechas, y sin semáforos, donde todo sea más justo, consiguiendo estar más en armonía con la naturaleza y todo lo que nos rodea?
Norman Foster sí que ha creído en esta idea de nueva ciudad sostenible y junto a su equipo, integrado por más de 1500 trabajadores, han creado Masdar,la primera ciudad completamente sostenible de la historia, con capacidad para más de 50.000 personas y miles de negocios.
¿Pero, cómo funciona ésta ciudad, donde está, cuanta gente cabe?
Está situada estratégicamente en las rutas de las infraestructuras de Abu Dahbi, a tan sólo 17 kilómetros de la ciudad. La ciudad no tendrá coches, y será completamente peatonal, con transportes públicos situados a no más de 200 metros el uno del otro, con calles de 5 metros de anchura máximo para protegerse del sol y con largas avenidas de hasta 70 metros de longitud, que a su vez desembocarán en plazas con fuentes (masdar en árabe significa “fuente”), y que generará unas energías sociales y de conformidad, muy agradables para el ciudadano. La ciudad en sí está dividida en varias partes, una la zona peatonal, que correspondería al nivel de la calle, donde la gente podría caminar cómodamente a lo largo de estas largas y estrechas avenidas , y otra parte donde se encontrarían los transportes públicos y personalizados, donde los coches utilizados por los ciudadanos serían completamente ecológicos gracias a un sistema completamente revolucionario llamado“Ultra de Heathrow”, que consiste en coches no pilotados que se mueven a través de unos carriles desde un punto a otro. La idea es confiar a las máquinas y a las tecnologías un poder mayor que al hombre, asegurando así eliminar los accidentes de tráfico fruto principalmente de los errores humanos.
La pregunta es, ¿Cómo conseguirá el equipo de ingenieros y arquitectos desarrollar un sistema de habitabilidad donde la única fuente de energía sea la renovable?
La respuesta según Foster es muy simple, lo primero y más importante es la creación de parques eólicos a las afueras de la ciudad, junto con sistemas de paneles fotovoltaicos en las cubiertas de los edificios. Pero el proyecto va mucho más allá, y es que no pretende ser solamente autosuficiente en aspectos energéticos, sino también en producir sus propios alimentos, mediante la creación de huertos y plantaciones en las afueras de la ciudad.
No se sabe si todo esto es presente o futuro, lo que está claro es que es necesario, y al igual que Norman Foster comparto la inquietud y las preguntas que él mismo se realiza afirmando que no entiende la razón por la que no hay decenas de proyectos de ciudades como Masdar, que plantean un modo de vivir totalmente sostenible con la naturaleza y con nosotros mismos, y es que si algo está claro es que las ciudades crecen y son como grandes monstruos que presentan un futuro aterrador y muy oscuro para los que vivan en ella, donde la polución, la contaminación o los ruidos obligará a vivir en un estado de bien-estar inferior al deseado por cualquier ser humano, creando así un modelo de vida que ni nómadas, egipcios, romanos o renacentistas, jamás habrían soñado ni, por supuesto, querido.
Aquí os dejo un vídeo-presentación de Masdar, la ciudad sostenible que cuenta con una inversión de unos 50 mil millones de dólares.
Por último, otro gran vídeo, esta vez para los amantes del genio Inglés Norman Foster, hablando de la relación entre la performance o realización con la sostenibilidad, como dos conceptos que deben estar unidos y nunca separados.