Conocer a Claire McCardell es descubrir a una de las diseñadoras más revolucionarias del s. XX. Su particular visión práctica de la moda y las restricciones durante la Segunda Guerra Mundial definieron, más que limitaron, su forma de diseñar.
Poseedora de una genial capacidad para entender el carácter de la mujer americana, integró la estética del diseño parisino y las enseñanzas de su adorada madame Vionnet para ser la auténtica artífice del american look: un casual elegante y ponible que se convertiría en la seña de identidad de la moda americana, mucho antes que lo concibieran Calvin Klein, Dona Karan o Carolina Herrera.
Sin Claire MCCardell es difícil comprender el concepto vanguardista de la moda, su ingenio sentó las bases de muchas de las tendencias que determinan la herencia sobre la que se han formado la mayoría de los diseñadores.
COLECCIÓN CÁPSULA...Si la idea de reducir nuestro vestuario a una cápsula de 33 prendas nos resulta toda una aventura, Claire McCardell sólo necesitó una vacaciones por Europa para diseñar en 1934 los "separates": falda larga, short, chaqueta, pantalón y dos tops, uno de ello una camisa halter. Con estos seis básicos, disponibles en lana negra y más tarde en un pattern de cuadros, se ahorraba equipaje sin dejar de estar perfectamente vestida en todo momento.
TOMBOY...Su infancia con tres hermanos pequeños la hizo apreciar los cortes masculinos, por ser cómodos y favorecedores. Con la integración de la mujer en la vida laboral durante la guerra, Claire apostó por una feminidad más sutil, más deportiva, alejada de tejidos brillantes. El algodón, el punto o el denim se usaban durante todo el día con pantalones amplios, largos abrigos y blusas con cuellos camiseros.
ARTY...Mucho antes que la cultura pop o la genial Miuccia estamparan la obra de artistas contemporáneos sobre sus diseños, McCardell lanza en 1955 Modern Masters. El final de la guerra marcó un cambio de registro hacia diseños más femeninos, más festivos, con una estética pin up y donde los estampados eran el principal reclamo. Y para ello contó con la colaboración de nada menos que Picasso, Marc Chagall, Joan Miró, Fernand Léger o Raoul Duffy.
Una adelantada a su tiempo que sentó las bases del ready-to-wear e imaginó mujeres cosmopolitas y viajeras que valoraban el sentido estético de lo cotidiano.