Algunos están lamentando su xenofóbica campaña contra la compañía israelí Sodastream.
Y no me refiero a los palestinos que han perdido su puesto de trabajo gracias a la inconsciencia y mala fe del BDS, no.
Me refiero a parte del engranaje del mismo BDS y a quienes les apoyan o comparten sus delirantes objetivos que están empezando a descubrir que la xenofobia en contra de Israel no les va a salir gratis.
Y es que la lista de meteduras de pata de la “mafia del boycot” (BDS-rescop) es ciertamente extensa y no hace falta irse muy lejos pues aquí, en España, sufrimos el bochorno de ver la campaña antisemita contra el cantante judío Matisyahu en el festival Rototom que dejó herida de muerte la maltrecha dignidad del movimiento BDS al ser expuestos públicamente sus métodos que rayaban en la coacción pura y dura.
Ahora un alto cargo de la sesgada ONG Oxfoam, Mark Goldring ha reconocido que su ONG ha perdido “miles de donantes” (literalmente) cuando Scarlett Johansson les dió una patada en “salva sea la parte” y renunció a ser embajadora de Oxfam por la posición de esta ONG respaldando la posición del BDS en contra de la actividad de Sodastream en Judea y Samaria.
The Johansson furore had cost Oxfam America “literally thousands” of donors, Goldring revealed.
Fuente: Theguardian.com
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