Revista Cine

Clan salvaje. Entre el bien y el mal.

Publicado el 17 abril 2015 por Criticasen8mm @Criticasen8mm

Clan salvaje. Entre el bien y el mal.Título original:
Mange tes morts
Año:
2014
Fecha de estreno:
17 de Abril de 2015
Duración:
94 min
País:
Francia
Director:
Jean-Charles Hue
Reparto:
Frédéric Dorkel, Jason François, Mickaël Dauber, Moïse Dorkel, Philippe Martin, Christian Milia-Darmezin
Distribuidora:
Capricci Cine
El cine francés siempre ha sido un referente en todo el mundo, destacando como una de las cinematografías más interesantes. Es por esto que premios como los Jean Vigo suponen un gran estímulo, pues son premios que, desde 1951, vienen premiando a los jóvenes cineastas independientes franceses más prometedores. Así, a lo largo de sus 64 años de historia, lo han recibido directores de la talla de Albert Lamorisse, Alain Resnais, Chris Marker, Claude Chabrol, Jean-Luc Godard, Maurice Pialat, Philippe Garrel, Olivier Assayas y los prometedores Cédric Kahn, Xavier Beauvois, Bruno Dumont y Alain Guiraudie. Ahora, Jean-Charles Hue se suma a esta lista, ganando en 2014 el premio Jean Vigo por Clan salvaje
Clan salvaje. Entre el bien y el mal.
Clan salvaje, al igual que el anterior trabajo del director (La BM du Seigneur) sigue las vivencias de la familia Dorkel, yeniches franceses. Los yeniches (similares a los mercheros como El lute, algo así como los gitanos pero sin compartir su origen étnico) son un pueblo semi-nómada alejados de la civilización y normalmente a los márgenes de la ley. En concreto se centra en Jason, un joven de 18 años que está a punto de bautizarse y pertenecer a la comunidad cristiana (los yeniches que han optado por cambiar su estilo de vida a uno más pacífico), pero ahora que su hermanastro Fred sale de la cárcel tras 15 años por matar a un policía, Jason sentirá la tentación de la otra vertiente, ese clan salvaje y mundo de delincuencia que parece tan atractivo por la influencia de Fred.
Con un tono casi semidocumental, todo el entramado del robo del camión de cobre podría catalogarse como un mcguffin para desarrollar lo que verdaderamente le interesa a Hue, la relación familiar de los Dorkel e indagar en sus motivaciones y sentimientos para comportarte como se comportan. Es por ello que se sacrifica el nervio y cierta tensión que podría dar las situaciones que suceden para potenciar el naturalismo y una visión sin prejuicios hacia sus personajes, actores no profesionales a fin de cuentas que hacen difícil separar, de nuevo, ficción y realidad.
Clan salvaje. Entre el bien y el mal.
Lo más interesante es el personaje de Fred como ese cowboy fuera de su lugar, viendo como su mundo ya no es el que era, desafiante al porvenir pero desubicado en esta sociedad, pero sin dejar de lado a Jason y su bipartición entre el bien y el mal, Cristo o el camión de cobre. Quizás mi falta de conexión se deba a que me falta entender mejor el personaje de Fred, conectar con sus emociones, más allá de entender su postura o no. Por suerte, el personaje de Jason es más extrapolable y, por tanto, entendible a varios niveles, lo que hace que pueda vislumbrar cierto interés en el relato, a pesar que la sensación de no explotar del todo. En cualquier caso, Clan salvaje ofrece una visión tan desprovista de filtro y tan veraz, que, sin entusiasmar, no puedo evitar sentir curiosidad por el próximo trabajo de Jean-Charles Hue.
5,5/10

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