Un nuevo año lectivo ha comenzado. El mes de septiembre siempre significa volver a la rutina y establecer nuevas pautas en nuestro día a día, así como supone desafíos para todas las partes implicadas en el regreso a las aulas: estudiantes, padres, madres, tutores y tutoras. Sabemos que para los alumnos y alumnas no siempre es fácil gestionar todos los aprendizajes ofrecidos en el ámbito académico: son muchas asignaturas, información muy variada y ni todas las personas tienen interés por las mismas áreas o facilidad para asimilarlas.
Es por ello que en muchos casos es esencial que haya un acompañamiento y una ayuda más intensiva o personalizada en aquellas materias que resulten más complicadas para cada estudiante. Este trabajo no siempre puede ser desarrollado por los padres, madres o tutores legales; en primer lugar porque cuentan por lo general con poco tiempo para dar esta atención a los pequeños y jóvenes de la casa; y, en segundo lugar, porque a medida que estén en años más avanzados es necesario contar con conocimientos específicos y profundos sobre cada disciplina. A esto debe sumarse que no siempre es fácil gestionar la relación de parentesco en este contexto de apoyo escolar. Por ello, para solucionar el problema muchas personas optan por facilitar a sus hijos e hijas clases de apoyo escolar, que pueden ser privadas, grupales, con profesionales independientes o que trabajen en un centro de estudio extraescolar.
¿En qué casos deben buscarse clases de apoyo escolar?
Al contrario de lo que en muchas ocasiones se piensa, las clases de apoyo escolar no son a penas para alumnos y alumnas que tienen dificultades en una asignatura y que corren el riesgo de suspenderla. Especialmente durante bachillerato, la realidad es bien diferente: los exámenes nacionales de acceso a cursos superiores y universitarios (PAU), son esenciales para garantizar la entrada en los estudios deseados y van a definir junto a la media de bachillerato la nota media de admisión. Estas pruebas y el dominio de las distintas materias pueden definir el futuro de la persona, por lo que para garantizar que se obtienen los valores suficientes que permitan al alumno o alumna entrar en los estudios pretendidos, especialmente cuando se opta a los más competitivos y solicitados, parte del alumnado y de sus familiares optan por invertir en clases de apoyo desde el comienzo del año lectivo o de los estudios secundarios. El objetivo es conseguir que las calificaciones sean buenas a lo largo de todo el año y que las bases, en términos curriculares, estén bien asentadas.
Por otro lado, también es cada vez más recurrente la búsqueda de profesionales de la formación por parte de personas que trabajan y quieren continuar a formarse en idiomas o de quienes se tienen que preparar para obtener ciertos certificados.
¿Cuáles son las clases de apoyo más buscadas?
Tal y como se han mencionado con anterioridad, hay asignaturas especialmente importantes para la entrada en los estudios universitarios o profesionales, que cuentan con un examen nacional o con pruebas oficiales para conseguir la certificación. De la misma forma, hay también materias que son, en general, un poco más complicadas de asimilar o que precisan de mayor tiempo de dedicación y práctica, como suele ser el caso de los idiomas, por lo que es de esperar que haya un mayor volumen de búsqueda de clases de apoyo para dichas áreas.
Con base en los datos recogidos a través de nuestra plataforma en el territorio español, encontramos que las clases de apoyo más requeridas son las de inglés (84 %), seguidas por la clases de preparación para el GMAT ―Graduate Management Admission Test― (5 %) y las relacionadas con las matemáticas y la estadística aplicada (4 %). El cálculo de estos datos incluye un universo con todos los servicios y clases de idiomas ofertadas en la plataforma. Los datos tienen en cuenta el número de pedidos recibidos en Zaask durante el periodo anual que va de septiembre de 2018 a septiembre de 2019.
¿Cuáles son los precios medios de las clases?
Los precios de las clases de apoyo no están tabulados o regidos por ningún organismo, siendo varios los factores que determinan el coste de este tipo de servicio. Normalmente, las clases de apoyo son pagadas mensualmente, con base en el número de sesiones que se haya establecido previamente entre ambas partes. El número de alumnos y alumnas por sesión es un parámetro importante en la definición de la tarifa, ya que si hay un pequeño grupo de estudiantes del mismo nivel frecuentando la sesión lectiva, el precio por persona podrá ser más bajo que por una clase particular.
Además, la propia disciplina que se imparta o el año académico también podrán producir variaciones en los precios. Por un lado, las materias más demandadas o que requieran una preparación previa por parte del o de la profesional, pueden presentar valores más altos que las restantes. Por otro, cuanto más avanzado sea el curso escolar, más amplios deberán ser los conocimientos académicos dominados por el profesor o profesora particular, lo que también justifica la subida del precio del servicio. Por último, el hecho de tratarse de una persona particular o un centro de estudios extraescolares también puede influir en las tarifas, así como el hecho de que las clases sean impartidas en la casa de quien recibe las clases o en el local de quien las da.
Según los precios ofertados por nuestros y nuestras profesionales a través de la plataforma, las clases de inglés suelen rondar en media los 20 €/h a nivel nacional, pudiendo oscilar este valor entre los 10 y los 30 €/h. Para las clases de preparación del GMAT, el valor promedio por hora es de 17 €, mientras que las de matemáticas o estadística aplicada rondan los 15 €/h en media.
En resumen, las clases de apoyo pueden ser una pequeña inversión de gran ayuda para diferentes tipos de circunstancias, desde para estudiantes de cualquier edad o perfil académico hasta para profesionales que quieren continuar ampliando sus competencias o conocimientos. La mayor flexibilidad y posibilidad de personalización de este servicio garantizará en cualquier caso el tipo de acompañamiento necesario en las materias que son imprescindibles dominar para seguir el percurso personal pretendido o mejorar en los temas que se tiene mayor dificultad en aprender.