Antes de empezar, quiero matizar que no estoy completamente en contra de la caza, y que tengo muy buenos amigos cazadores de toda la vida, pero en esto de la subvención en colegios públicos de clases de caza, hay cosas que no entiendo.
1.- Si no recuerdo mal, estamos en época de recortes donde se nos ha quitado de todo, incluyendo sanidad y, precisamente, educación. No veo la lógica en que ahora se dediquen algo más de 300.000 euros en dar clases de caza, en colegios públicos. ¿Cómo se compagina eso con los recortes de educación básica?
2.- Las clases están dirigidas a niños entre 7 y 12 años de edad e incluye jornadas prácticas de caza. No me parece una excursión muy apropiada.
3.- Proponen la reducción de la edad legal para tener licencia de armas de los 16 a los 14 años. O sea que uno no puede conducir hasta los 18, pero puede tener una escopeta cargada con solo 14 años para poder hacer cualquier barbaridad con ella. Y luego criticamos a los americanos.
4.- Resulta también curioso que la propia Junta de Castilla que es quien subvenciona las clases, hace poco haya eliminado de un plumazo las subvenciones de más de 250 actividades de educación ambiental y haya despedido a una gran mayoría de técnicos contratados para este tipo de actividades.
En conjunto: me parece algo “raro” y difícil de asimilar, hasta el punto que la primera vez que lo leí en las redes pensé que estaban de cachondeo. Y más que las subvenciones en sí mismas, lo que me ha sorprendido es la propuesta de reducir a los 14 años la posibilidad de tener un permiso de caza; sigo dándole vueltas mientras escribo este artículo, y sencillamente no lo entiendo, y menos después de toda la polémica con el Rey y los elefantes y con lo del nieto que se disparó en el pie.
Pero bueno, estamos en un país de contradicciones y eso no nos lo quita nadie.
Ramón Cerdá