Una de esas canciones que has ido tarareando a lo largo de tu vida y que jamás te has preguntado quién era el que la cantaba, es lo que me ha pasado siempre con la elegida como nuestro clásico telúrico, además de ser de esas que son perfectas para sonreir en un día lluvioso como el de hoy.
Bobby Darin ha pasado a la historia por canciones como la que nos ocupa, aunque en realidad es una adaptación de la impresionante La Mer de el legendario Charles Trénet y de la que según la página de colgar vídeos más famosa del mundo dice que existen más de 400 versiones de la misma.
He preferido poner la anglófila, porque por alguna razón me transporta en el cine de Woody Allen y eso es suficiente razón para ello, además teniendo recién estrenada película, que además ansío ver con todas mis fuerzas. Un artista que tuvo un show propio de tv, que cantaba en Las Vegas (en donde le daban chutes de oxígeno por una dolencia cardiaca), y que incluso estuvo metido en política junto al clan Kennedy.
Recientemente la canción tuvo su nuevo minuto de gloria con la cover intepretada por el canalla Robbie Williams que sonaba en los créditos finales de Buscando A Nemo, que debo confesar que no he visto aún...ni llevo camino de hacerlo.