Hoy que publicamos el clásico más tarde de lo habitual, que mejor que hacerlo de forma trepidante y "findesemanera" como esta, un pepinaco por el que no pasa el tiempo y que siempre nos acompaña con sus destellos de lentejuelas.
Una canción pandillera donde las haya, y el que Glitter se nos muestra como el puto amo, aunque la letra aparte de eso, deje mucho que desear, aunque realmente lo importante es como te destroza las caderas y te hace sudar la gota gorda.
Vista musicalmente, es lo que debería ser la canción glam perfecta como definición, o sea, una batería terrible, un ritmo que va in crescendo, y que es perfecta para disfrutar en grupo.
Un tema que no está en ninguno de sus discos (salvo en los recopilatorios, claro), y que consiguió el número 1 en UK ese mismo año, y que personalmente descubrí en la cortinilla de TV3 para los spots de los partidos del Barça en la cadena (cada uno es cada cual).