No podía ser otra la que ocupará nuestra sección del clásico de la semana, y es que este buen hombre de cabeza enorme y sonrisa impertérrita siempre ha contado con mi simpatía respecto a su persona e incluso a sus canciones.
Ha sabido con sabiduría, cosa que en la actualidad no se practica en exceso, sacar punta al costumbrismo más arraigado y de eso crear canciones que, a pesar de que su validez sea discutible siempre consigue ese ambiente festivo pretendido.
Carnaval, Carnaval es un ejemplo de lo que estoy explicando, y seguro que cada año por estas fechas este buen señor se frota las manos con los royalties que recibirá, lo mismo que los herederos de Celia Cruz supongo.
Ya sabéis, esta noche (suponiendo que como servidor, la celebren hoy) a exigir a Georgie, a disfrazarse, a hacer el burro, que hoy ser y hacer el gilipollas está permitido con todas las de la ley. "¡Carnaval, carnaval, carnavaaaaaaaaaaal te quiero...!."