Para el clásico de hoy he tirado como tantas veces de los vinilos de mi padre, y claro, ganaba por cantidad y por absoluta goleada Michel Sardou, obviamente era su cantante favorito en esos años que servidor estaba para nacer.
Un artista con buena planta, y que manejaba con elegancia música ligera con tintes de épica, cosa que parece que hacía como nadie y que a día de hoy y con más de 40 años de carrera sigue dándole grandísimos resultados en los directos y las ventas.
El parísino es de los pocos que cada vez que cada vez que editaba material discográfico superaba el millón de discos vendidos, cosa que actualmente no creo que consiga ni él ni demasiada gente, ni tan solo ni con ayuda de promo descomunal, escándalos y provocaciones varias.
Personalmente no conozco su discografía, y sabía que me gustaba esta por la tonada, y admito que la he reconocido ahora por youtube, la cual tuvo incluso su versión en castellano que podéis escuchar AQUÍ, que ahora resulta quizás demasiado naïf, pero sigue sonando realmente encantadora esa tonada.