Una de mis canciones favoritas de la era hippie, donde los juegos vocales, la instrumentación y la psicodélia reinante crean un todo envolvente, lisérgico y calidoscópico.
El título se inspiró en el uso del incienso y la menta para esconder el olor de marihuana, por lo que leí cuando me hice adicto a esta maravilla (no a la menta ni al incienso, sinó a la canción, jjejeejje).
Disfutadla, a poder ser sin aditivos, pero eso ya va a libre elección de cada uno...