CLÁSICOS CONTADOS A LOS NIÑOS,
En versión de la Dra. Rosa Navarro,
Col. ‘Clásicos contados a los niños’, Edebé.
A partir de 6 años, ClásicosPor Anabel Sáiz Ripoll, especialista en Lit. Infantil y Juvenil
-“El Quijote” contado a los niños, Edebé, 2005.
-“Tirante el blanco” contado a los niños, Edebé, 2005.
-“Platero y yo” de Juan Ramón Jiménez contado a los niños, Edebé, 2006.
-“El Lazarillo” contado a los niños, Edebé, 2006.
-“El Cid” contado a los niños, Edebé, 2007.
-“La Odisea” contada a los niños, Edebé, 2007.
-“Leyendas” de Bécquer contadas a los niños, Edebé, 2008.
-“Novelas ejemplares” de Miguel de Cervantes contadas a los niños, Edebé, 2008.
-“La Eneida contada a los niños”, Edebé, 2009.
Rosa Navarro, la adaptadora de los textos que comentamos hoy, sostiene un par de argumentos para defender a los clásicos: el primero “es que nuestros clásicos son un auténtico tesoro heredado, son un legado cultural...” y el segundo es que “...nuestra indiferencia hacia su patrimonio, nuestro desconocimiento de los clásicos no sólo nos priva de gozar de ese tesoro, sino también de compartir nuestro mundo de referencia” [1]
.Rosa Navarro Durán (Figueres, Girona, 1947), es filóloga y catedrática de Literatura Española en la Universidad de Barcelona. Su nombre nos es familiar a todos los filólogos que, gracias a su magisterio, hemos aprendido a comentar textos literarios. Como investigadora ha revolucionado la literatura española con la afirmación de que Alfonso de Valdés es el autor de El Lazarillo de Tormes. Entre sus ediciones de texto se pueden destacar las "Novelas Ejemplares”, de Miguel de Cervantes, “Cervantes”, “Escenas Cervantinas”. Rosa Navarro es especialista en literatura del Siglo de Oro y ha editado un sinfín de obras de esta época, aunque también ha escrito poemas y, por supuesto, aquí la citamos por la adaptación que está haciendo de un buen número de clásicos universales, la mayoría de ellos en lengua española. Así, ha adaptado para estudiantes distintas obras como el “Cantar de Mio Cid”, “El libro de Buen Amor” y “Don Quijote de la Mancha”. Destaca un libro suyo dentro del tema que nos ocupa titulado “¿Por qué hay que leer a los clásicos” (1996) y otro más titulado “¿Cómo leer un poema?”. Rosa Navarro, pues, es una gran defensora de los autores clásicos, por lo tanto poco sospechosa de desvirtuarlos a la hora de hacer las adaptaciones.
Rosa Navarro explica que “Yo hablo a los niños con un lenguaje normal, evitando sólo las palabras difíciles y la sintaxis compleja” y añade: “La verdad es que juego con ventaja porque me conozco muy bien los libros que adapto”. La filóloga entiende el libro en su unidad y trata de ofrecernos “la visión conjunta que de él tengo en la cabeza”. Empezó adaptando para Edebé Don Quijote de la Mancha en su 500 aniversario y ha seguido con un buen número de títulos, la mayoría propuestos por ella misma, que han tenido, y tienen, un indudable éxito entre los niños.
Si empezamos a comentar las características esenciales de las adaptaciones de Rosa Navarro diremos que son el rigor y la seriedad, que no están reñidas con la buena literatura, como así lo demuestra como bien dice: “...me gustan tanto (se refiere a las obras que adapta) que quiere que los niños disfruten como yo con ellas”. La Dra. Rosa Navarro es bien consciente de que no todos los clásicos pueden ser motivo de adaptación y los ha seleccionado cuidadosamente. Así, por ejemplo, piensa que “La Celestina” no es una obra que se pueda adaptar para los niños, en cambio sí lo son las que ha trabajado hasta le fecha y que son El Quijote, Tirante el Blanco, Platero y yo, El Lazarillo, El Cid, La Odisea, Las leyendas de Bécquer, Las Novelas Ejemplares de Cervantes y La Eneida.
Como vemos no son todas obras medievales o renacentistas que, a priori, podríamos pensar que son las más difíciles de entender para los niños. Rosa Navarro adapta clásicos del S. XIX como son algunas leyendas de Bécquer y del S. XX como es Platero y yo un libro que tradicionalmente se ha ofrecido a los niños sin pensar que su lectura ofrecía serias dificultades y su contenido. Juan Ramón Jiménez era quien pensaba que los niños podían leer de todo “con las consabidas excepciones”. Evidentemente, en el caso de las obras amplias, no adapta toda la obra, sino lo más significativo para ella. También, en el caso de relatos o textos breves, tampoco los adapta todos sino parte como ocurre con las Leyendas, en donde escoge cinco leyendas, o las Novelas Ejemplares, de las que adapta "La gitanilla” y “La española inglesa”. Sí está adaptado entero el Lazarillo, obra de la que es especialista la autora, aunque, como vemos en el índice, no lo divide en los siete tratados del original, sino en capítulos más breves y acaso más fáciles de leer por los niños.
Es curioso ver cómo en el prólogo Rosa Navarro da la explicación, tantas veces buscada por los estudiosos de por qué se escribió el “Lazarillo” y dice así: “Lázaro de Tormes es pregonero en Toledo: anuncia por las calles las cosas que se venden o las que se han perdido o lo que le ordenan. Una dama pide que le informen por escrito sobre la vida del arcipreste de San Salvador, su servidor y amigo, que vive en Toledo. Y como Lázaro no sólo pregona los vinos del arcipreste, sino que además está casado con su criada, le preguntan a él. Para informar a la dama, Lázaro le contará su propia vida desde el principio hasta llegar a lo que ella le interesa: su relación con el arcipreste de San Salvador”. El Cid, por ejemplo, aparece en prosa y dividido en los tres cantares propios, pero cada cantar, a su vez, aparece subdividido en diversos capítulos, siguiendo el mismo esquema que El Lazarillo. Esta adaptación se escribió para conmemorar los VIII años del texto y Rosa Navarro, como prólogo escribe lo que ella titula “Así empieza la historia” y que nos pone en antecedentes de quién era el Cid y de qué le pasó y por qué fue al destierro. La versión de Rosa Navarro es muy rica en diálogos y mantiene un ritmo ágil durante todo el relato. En cuanto al “Quijote” por poner aún un último ejemplo, Rosa Navarro lo divide en dos partes, pero escoge algunas aventuras para relatarnos la historia. La Odisea sigue también el mismo patrón y se nos ofrece dividida en capítulos breves y prosificada, para hacerla más asequible al lector, aunque, en las solapas del libro se lee: “...la Odisea es un poema maravilloso, que fue compuesto hace muchos, muchísimos años: ¡casi tres mil! La Odisea está escrita en griego, en 12.110 versos”. Lo mismo sucede con La Eneida que es, hasta la fecha, la última adaptación hecha.
Bien, los textos que han salido de la pluma de Rosa Navarro son textos ágiles, que respetan el original, pero que ofrecen giros sintácticos cercanos a los nuestros, más fáciles de entender y tratan de presentar de manera más clara a los personajes y situaciones, aunque no son obras sesgadas ni mutiladas, en absoluto. Las ilustraciones que acompañan a estar versiones de Francesc Rovira les dan un nuevo aire, como un nuevo aspecto y permiten el niño –o a cualquier lector- que entre con más alegría en el clásico. Bienvenido sea este propósito si se consiguen más lectores así.
Este material forma parte de un proyecto de investigación que la autora está desarrollando gracias a una licencia retribuïda concedida por el Departament d'Educació de la Generalitat de Catalunya. Resolució EDU/2413/2009, de 27 de juliol (DOGC núm. 5461 9/9/2009) [1] Todas las afirmaciones de Rosa Navarro han sido extraídas de la entrevista que le formuló Belén Galindo para “La casa de los Malfenti”, nº 20, otoño 2006.