La cocina fue rediseñada en base a unas fotos que se encontraron de la original, María la diseño y la mandó hacer a medida a un carpintero. Dándole como toque final las sillas Eames y una silla danesa de los años 50 en teka.
Una casa adornada por todos sus rincones con clásicos del diseño. El salón es una pequeña joya, La mesa de centro es un gnomo de jardín, diseño de Philip Starck para Kartell. La lámpara de pie Mushroom, diseño de Matti Klenell. El mueble central es un aparador de Ikea personalizado con motivos de 1920. La pared está decorada con pequeñas obras de arte en forma de cuadros, en definitiva, un pequeño museo.
El ático se hizo en una obra posterior derivada de la necesidad de espacio de la pareja se aprovechó la altura de los techos para crear una zona de trabajo.
En el dormitorio también encontramos piezas familiares como los cojines de lana bordados por la tía de María o el estante hecho por su padre.
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