Revista Insólito
La jovencita de la foto se llama Claudia, vive en el fraccionamiento Chuburná Terranova en el norte de Mérida, y a mediados de este mes de Abril pasado dió de qué hablar.
Resulta que el dia 14 salió de casa para supuestamente ir a comprar unas cosas a una papeleria cercana, al regresar de allí unos tipos en un auto la secuestraron, se la llevaron a un lugar desconocido y segun ella le vendaron los ojos, allí en el escondite de esos tipos se le retuvo.
Luego escuchó una voz de mujer que recriminaba a los tipos aquellos diciendoles pero si serán pendejos, ella nó es a quien queremos, y a pregunta de qué iban a hacer con ella la voz femenina supuestamente les dijo que la soltaran.
Y eso hicieron, la llevaron hasta la Plaza Principal y allí la liberaron no sin antes advertirle que no mirara o la matarían, pero ella volteó a ver y tomó nota de qué auto llevaban, un Tsuro rojo con signo de pesos.
Llegó esta chica a casa para alegría de sus padres que ya habian denunciado su desaparición, las investigaciones inician y...
Pues que todo esto era mentira de Claudia, sí, a Claudia se le hizo fácil inventarse todo esto para no decirle a sus padres que tenía problemas en su escuela preparatoria a la que asiste, y creyó que inventando la historia de su "secuestro" iba a tapar el Sol con un dedo.
Desde un principio hubo inconsistencias en sus historia, para empezar los "secuestradores" se la llevaron hasta el centro mismo de Mérida para liberarla, ¿a quién bruto se le ocurriría esto?, y estando cerca de tantos policías y de al menos las guardias de palacio de gobierno y del municipal, eso es una estupidéz.
Luego estuvo que ella misma en lugar de llamar a esos policías que estaban tán a la mano prefirió regresar a casa en taxi, "aparecerse" y decir que todo estaba bien.
Pero como dije antes fué descubierta en la patraña, y ahora quedó como vil mentirosa.
No sé que le hayan podido decir sus padres a quienes les dió angustia durante algo así como 48 horas en que estuvo desaparecida, pero seguramente tras este bochorno debieron castigarla muy fuerte, pero aquí hay que hacer un paréntesis, no es que quiera fastidiar pero: ¿acaso sus padres hablan con frecuencia con Claudia para saber cómo le vá en la escuela?.
Ojalá me equivoque, ojalá, porque cuando los padres ni se enteran de qué hacen sus hijos en la escuela se llevan sorpresas ingratas, y Claudia tenía o tiene problemas en la escuela, y deben ser muy grandes como para haber inventado la historia de un secuestro, con eso no se juega.
Espero que la lección se haya aprendido y que a parir de ahora ella se redima ante sus padres platicanto de lo que le pasa en la escuela y en su vida, qué pena que ella tán jovencita (tiene 15 años) tenga que inventar historias horribles para tapar otras cosas horribles, como dicen en mi tierra: cae mas pronto un hablador que un cojo.
Fuente e imagen:
---Diario de Yucatán edición electrónica.