Claves de Sol: La vuelta de Sinkope a sus orígenes

“Los niños al mirarme exclaman ¡eh, mirad, un pirata! Yo les sonrío, les sigo el juego, anulo el juicio”, tararea una de esas canciones que más muestran la actitud de Sinkope, quienes han decidido recuperar canciones de sus primeras maquetas para crear este “Canciones repescás, retocás, arrejuntás y otras”.

Se trata del quinto disco de su maqueta, que sirve de mirada en el pasado a la búsqueda de esos temas olvidados por el tiempo y que tanto apetecía volver a recrear, ya sea en directo o en un estudio. Nueve canciones, las que probablemente más juego pueden haber dado a la hora de hacer los arreglos, sin olvidar en ningún momento la base que hace especial a cada canción.

Así, los Sinkope se deciden a dejar atrás, siempre sin olvidar, aquella Viña del señor que tantas alegrías les dio y mirar hacia adelante, arrejuntando, retocando y repescando esas canciones que el público ansiaba volver a gritar en un directo del grupo del parche.

Sinkope

Supongo que todas y cada una de las nueve canciones que conforman esta especie de recopilatorio, sean especiales por algún motivo concreto. Que cada uno de nosotros recordemos su versión original e incluso la cantidad de momentos inolvidables que con ellas hemos podido vivir en alguna etapa de nuestras vidas.

Pero quizás la que más encharca los ojos, la que más pone la piel de gallina, la que más llega directa al corazón de todo el trabajo será “Te haces viento – Pa’ ti tengo de to’”. Melódica, calmada, rítmica en su justa medida y, sobre todo, con efecto relajante, en la que la voz rasgada de Vito va aumentando de furia a medida que la canción avanza, a medida que nuestro bello se va erizando.

Dicen “que las estrellas no se pueden regalar y que eso les gusta“. Sin embargo, discrepo. Ellos brillan, suelen salir de noches y a veces son incluso fugaces. También poseen esa especie de estrella que cubren con parches para que nunca huya y, por suerte, sí que nos la regalan.

Miriam

Soy una chica leonesa que ha tenido que irse a Valladolid para cumplir su sueño, hacer periodismo. A pesar se ser este mi primer año de carrera, tengo el orgullo de ser colaboradora de Ruta 42. Por lo demás no hay mucho que contar, toco la guitarra, me gusta el rock y devoro todo tipo de literatura, especialmente la poesía.

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