Claves de sol: ¿Mandas en tu hambre?

Tras casi cuatro años de parón creativo, hace ya más de un año, la banda navarra dio a luz a su nuevo trabajo de estudio, “En mi hambre mando yo”, un disco con imán, fuerza, un disco de rock del de verdad, sin mezclas, puro, tan puro como cada una de las letras creadas por la voz del grupo, Kutxi Romero Lorente.

El último recuerdo que había dejado la banda, “Las aceras están llenas de piojos” podría considerarse un disco dedicado al dolor, cargado de canciones quejumbrosas, desgarradas, doloridas, fruto de una de las épocas que más ganas tiene el grupo de olvidar, una época repleta de malos recuerdos, recuerdos dolorosos. Pero el dolor ha pasado, ya nada les sale del todo mal, y eso se nota en el propio título de esta nueva entrega de los Marea, “En mi hambre mando yo”, un grito a la toma de decisiones, de sus propias decisiones, con sabor a alegría, a pura vida,  a ganas de gritar que el rock español está vivo gracias a que estos vascos lo resucitan de vez en cuando, un disco con voz propia que hace prever que hay rock para rato, pero un rock más evolucionado, más maduro, propio de gente que ya conoce perfectamente cómo hacer lo que hace, que sabe que todos los anteriores trabajos les han llevado hasta este, hasta el punto más alto de su carrera, con una voz perfectamente desgarrada y unos instrumentos que han nacido para estar ahí, juntos.

Marea (Fotografía Miriam Fernández Badiola)

“Somos los Marea y el disco suena a Marea; no somos una marca blanca más, somos los Marea”, decía el otro día el hombre del sombrero y barbas espesas. Y si te gusta la marca Marea, te va a gustar esta obra de arte que puede que llegue incluso a mandar en tu hambre porque, una vez hecha una primera escucha, probablemente te pida otra, y otra, y otra… hasta poderte adelantar a cada palabra dicha por el gran Romero.

Que la marea ha subido y la pleamar tiene pinta de durar muchos meses, mientras tanto, dejemos que los perros verdes nos sigan poniendo la piel de gallina con acordes, golpes de platos y susurros desgarrados y llenando nuestro “corazón de mimbre que, aunque arrecien los vendavales, se doblará antes que partirse”.

Miriam

Leonesa exiliada en Valladolid. Estudiante de periodismo, directora de Ruta 42 y redactora en La Encuadre.

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