Revista Coaching

Claves esenciales para ser resiliente en tiempos de crisis

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

Ser resiliente.

Estoy segura de que son dos de las palabras que más estás escuchando estos últimos días.

Con este post no solo quiero aportar valor al contenido que compartimos contigo, también quiero que tomes acción y, desde el momento en que termines de leer este artículo, te enfrentes a los tiempos de crisis con más fortaleza y más seguridad.

Además, queremos que resuenen en tu cabeza mensajes muy relacionados con este tema y que forman parte de la filosofía " Más y Mejor ".

Pero, antes de todo esto, tienes que tener claro qué significa la palabra resiliencia, qué es exactamente ser resiliente y cómo son las personas que tienen esa capacidad.

Preparados, listos... ¡Sigue leyendo!

Si hay algo que en Más y Mejor repetimos y nos repetimos unos a otros es que hay que ser resilientes.

Creemos firmemente en que hay que aprender de todo lo que nos pasa en la vida para terminar siendo más fuertes frente a situaciones complejas o adversas.

Aceptar las cosas según llegan y sacar el máximo aprendizaje posible, adaptándose así mucho mejor a todo tipo de circunstancias, te permitirá crecer a un nivel exponencial a nivel personal y llevar este tipo de situaciones mucho mejor.

Qué es resiliencia y qué significa ser resiliente

Según la Real Academia Española (RAE) define resiliencia como la "capacidad de adaptación de un ser vivo frente a un agente perturbador o un estado o situación adversos".

Así, significa ser capaces de adaptarnos de manera positiva a situaciones complejas o difíciles, que nos están perturbando en nuestro día a día.

El concepto de resiliencia ha ido evolucionando con el paso del tiempo. Ha pasado de ser una condición innata del individuo a tener un matiz familiar y comunitario y, hoy día, tiene un tono cultural.

Partiendo de la base que establece la RAE, los psicólogos han ido un paso más allá y, consideran que ser resiliente es tener la capacidad de enfrentarse a situaciones adversas y salir de ellas con mucha más fortaleza.

Después de leer la definición de la RAE y lo que te acabo de comentar, ya podrás deducir cuál es la mayor ventaja de ser resiliente.

Ser resiliente te aporta un aprendizaje increíble, puedes desarrollar esta capacidad independientemente de la edad que tengas y, lo que es más importante, te repondrás más rápido y saldrás de esa situación adversa más fuerte que nunca.

Afrontando circunstancias complicadas desde la resiliencia, te enfrentarás a cualquier situación que se te ponga por delante con mucha más fortaleza.

Cuándo aprender a ser resiliente?

En este sentido, siempre ha habido un enorme debate: ¿el resiliente nace o se hace?

Al poderse desarrollar la capacidad a cualquier edad, como te comentaba antes, puedes aprender a ser resiliente no sin esfuerzo.

Los expertos consideran que existen unos factores concretos que favorecen el desarrollo de la resiliencia.

Por ejemplo, creen que es importante tener relaciones sanas fuera y dentro de la familia, porque es más fácil replicar modelos a seguir.

Además, es importante ser consciente y tener una visión positiva de uno mismo, tener claras las fortalezas y debilidades personales, poseer una buena capacidad de comunicación, tener autocontrol y plantearse planes reales y ser constante para cumplirlos.

Estos mismos expertos consideran que la resiliencia es el paso fundamental que hay que dar para tener una vida sana y feliz.

Lo que determina ser resiliente o no, es la capacidad que tenemos para manejar mejor o peor situaciones que nos desgastan psicológicamente, como es el caso de una enfermedad, la pérdida de un familiar o amigo, o hacer frente a una crisis económica.

Características de las personas que practican la resiliencia

Como ocurre con los emprendedores de alto rendimiento, las personas que practican la resiliencia cumplen unos hábitos y poseen unas características comunes que puedes tener en cuenta desde ahora mismo para desarrollar esta capacidad.

Coincide que las personas que son resilientes tienen un conocimiento profundo de sí mismos. Son plenamente conscientes de sus fortalezas y sus debilidades y las asumen como tal.

Esto les ayuda a delimitar planes y objetivos realistas y, por ello, son capaces de llegar a ellos y alcanzarlos.

Las personas resilientes son creativas y, gracias a esa creatividad, no solo son capaces de pintar un cuadro o construir un vídeo viral en YouTube; también desarrollan su creatividad para enfrentarse a situaciones complicadas de una u otra forma. Son capaces de ver soluciones donde otra personas no ven nada.

Ser resiliente también va de confiar en ti mismo.

Si te conoces bien y sabes cuáles son tus limitaciones, confiarás más en ti mismo al enfrentarte a cualquier momento de tensión. ¿Por qué? Pues porque sabrás qué eres capaz de hacer y eso te dará mucha más seguridad frente a todo lo que la vida te ponga por delante.

    El resiliente ve una oportunidad en lo que los demás solo ven un problema.

Para ser resiliente tienes que ser capaz de ver una oportunidad de aprendizaje en todas las situaciones y adversidades a las que te enfrentes.

Por ejemplo: si te enfrentas a un momento difícil, pregúntate qué puedes aprender de todo lo que estás viviendo. Piensa que todo pasará y que tienes una oportunidad de cambiar, aprender y evolucionar.

    El resiliente es consciente de tu presente.

Normalmente, este tipo de personas son conscientes del presente y tienen una habilidad extraordinaria de aceptar lo que les depara la vida.

    Los resilientes son realistas, no fatalistas.

Ser realista es tener en mente tanto las cosas buenas como las malas que pueden pasar ante una situación concreta.

Ser fatalista significa ver solo las cosas malas que pueden pasarte, sin tener en cuenta todas las cosas buenas que puede traerte determinada circunstancia.

Por eso, las personas resilientes son objetivas y realistas, pero también optimistas.

¿Recuerdas la frase de " mañana será otro día "? Son palabras que puede pronunciar perfectamente una persona resiliente al haber pasado un día tremendo.

Alguien resiliente, piensa que hoy puede ser un día malo, pero mañana será mejor, porque empieza desde cero sin alagar negatividad y el pesimismo.

Para terminar, los resilientes se rodean de personas positivas para retroalimentarse de esa positividad; fluyen y no controlan sus emociones ni las situaciones a las que se enfrentan; se adaptan a los cambios fácilmente; se enfrentan a las adversidades con mucho humor; y, si lo necesitan, buscan ayuda en los demás.

No es por nada, pero según iba mencionando todas estas características, parecía que estaba describiendo a nuestra comunidad.

Los MYMERS, o lo que es lo mismo los miembros de Más y Mejor, somos resilientes.

4 Claves esenciales para ser resiliente y superar situaciones adversas

Recapitulando todo lo que te he contado hasta ahora: si no lo eres, puedes ser resiliente.

Lo único que debes tener claro es que es un camino largo, de introspección y de aprendizaje.

Una vez que das con la fórmula, te sentirás como un superhéroe o una superheroína.

Y me preguntarás, " Isa, ¿me vas a contar ya cuáles son las claves esenciales para desarrollar la resiliencia? ".

Pues sí, ¡allá voy!

1.- Tienes que conocerte a ti mismo al máximo: lo bueno, lo malo y lo regular.

Tienes que detectar cuáles son las emociones que estás sintiendo en este momento y no controlarlas, simplemente escúchalas.

Te aconsejo practicar mindfulness, te ayudará a ser consciente del momento presente, de tus pensamientos y esas emociones.

Cuando te conozcas al cien por cien, también sabrás cómo actuar en determinadas situaciones y cómo llevar mejor los momento más complicados.

2.- Mantén tu motivación en todo lo alto.

Cuando tengas delante situaciones adversas y dolorsas, es fácil que de hundas.

Es fácil y humano.

Pero has de ser fuerte y capaz de recordarte a ti mismo las cosas de la vida que te ilusionan: tu familia, tus amigos, etc.

También es muy importante tener en mente esa idea de aprendizaje. Intenta, con todas tus fuerzas, ver el problema como una oportunidad de aprender y evolucionar.

3.- Mantén el equilibrio emocional.

Antes de levantar tu superpoder, piensa que eres humano.

En momentos, sobre todo, dolorosos es lógico no poder controlar tus emociones, como digo es humano.

Pero, pasada la pena o el dolor, es momento de levantarse y caminar de nuevo.

Así que te tocará ser consciente de tus emociones, aceptarlas y racionalizarlas.

Es la mejor manera de superar las situaciones adversas, llegar a ese profundo aprendizaje del que te vengo hablando a lo largo del post y ser más fuerte.

Recuerda: al salir fortalecido, habrás conseguido desarrollar la resiliencia.

4.- Sé positivo y confía en ti mismo.

Hay momentos en que te será difícil mantener una visión positiva de las cosas.

Cuando eso te pase, acuérdate del "mañana será otro día", que te comentaba antes.

Hoy puede ser un día muy negro, pero mañana no lo será tanto.

Pon al humor de tu lado e intenta sonreír.

Confía en ti, en tus posibilidades y en tu fortaleza.

Todos podemos ser resilientes.

Hay que persistir, esforzarse y confiar en que vas a conseguirlo.

La pregunta que te hago hoy parece que es muy obvia: ¿crees que eres resiliente? ¿Qué es lo que más te costó para desarrollar la resiliencia?

Fuente https://masymejor.com/como-ser-resiliente/


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