En el artículo de hoy veremos esas claves y últimos retoques que nos permitirán acceder a un puesto de trabajo porque hemos conseguido el curriculum perfecto. Parece algo imposible cuando empezamos a elaborar curriculums, pero con el tiempo nos daremos cuenta que tan solo consiste en cumplir una serie de cánones aceptadas por las empresas en los procesos de selección.
En el formato de nuestro curriculum vitae perfecto, tenemos que tener en cuenta que cumpla lo siguiente:
- Fácil de leer.
- Una estructura correcta.
- Sin errores.
- Perfecta traducción (si es en otro idioma).
- Cuidado con los párrafos.
En el contenido es fundamental que quede todo bastante claro y no genere ninguna duda. Nunca debe haber un hueco de información o una año en blanco. Es mejor explicar el porque de ese año en blanco que omitirlo. Sin salirnos del contenido, asegúrate que éste lleva todo lo que el reclutador ha solicitado que debe incluir el curriculum.
De entre toda la información que añadimos en nuestro curriculum, debemos resaltar la que consideremos más importante para el puesto al que aplicamos. Hay que vendernos lo mejor posible y esta es una forma. También tenemos que evitar añadir información innecesaria y que no aporta nada a nuestra candidatura.
Otro aspecto importante para lograr atraer la atención de la persona que leerá nuestro curriculum es que el mismo tenga capacidad de impacto. No hay que limitarse a describir tus funciones, también puedes añadir a estas tus logros o como tu trabajo en una determinada empresa proporcionó mayor valor a esa empresa.
Como veis el curriculum vitae perfecto debe de diferenciarse del resto por el contenido y por tus logros y no destacar en el formato. Ya que esto puede hacer que el curriculum sea visto con malos ojos al añadir un formato diferente al estándar o unos colores al folio para nada formales.