Hay tres claves principales que sirven para dominar el ciclismo en descenso y hacerlo de manera perfecta. En la disciplina de ciclismo de montaña, puntualmente hablando el ciclismo en descenso es una variante llena de adrenalina y velocidad debido a que se lo practica a altas velocidades. Es decir, a mayor velocidad, más entretenido se torna, y para lograr velocidades extremas es necesario concentrarse en la pista y dejar de lado cosas como disfrutar del paisaje.
En primer punto se puede ver la pista de descenso que está diagramada como una pista recta, o de descenso recto. Para este tipo de pistas la postura ideal que se debe adoptar es de estar bajo y agachado con las manos en el manillar, los codos flexionados y pegados al cuerpo y si no se está pedaleando entonces poner los pedales nivelados y las rodillas ligeramente flexionadas y pegadas al cuadro de la bicicleta. Todo esto aporta una mayor estabilidad y maniobrabilidad lo que permitirá desplazarse a velocidades más altas y disminuir las posibilidades de un accidente. Es crucial darse cuenta cómo es que cambios pequeños y sumamente sutiles en los movimientos del cuerpo producen cambios importantes en el andar. Cuando se sienta que las ruedas van “pegadas” al suelo, ese es el punto y la postura correcta ya que es cuando se encuentra la mayor estabilidad y el mayor agarre.
Otro punto a considerar es el de relajarse. Cualquier tensión que aplique el cuerpo o sus músculos puede ser transferido directamente a la bicicleta. Esto ocasiona que se entre en un círculo vicioso ya que a medida que se hace difícil de dominar la bicicleta, más tenso se pone el ciclista, y cuanto más tenso se está, más difícil es controlar la bicicleta. Entonces para complementar lo expresado en el punto anterior respecto a las rodillas y los codos, es fundamental mantener la espalda y los hombros relajados y no tensionarse. Hay que disfrutar del recorrido.
Es importante tener en cuenta que a las velocidades que se conduce muchas veces no tiene sentido preocuparse por lo que pasa inmediatamente delante de uno. Lo recomendable es ir mirando al frente, tal vez lo que van haciendo corredores cuatro o cinco posiciones delante de uno mismo. De este modo uno se puede ir adelantando a los hechos y anticiparse a lo que pudiera llegar a ocurrir. Todo esto ayuda a evitar charcos de agua, de aceite, huecos, árboles y muchos otros obstáculos. Hay que tener en cuenta también que si no se desciende en grupo hay que estar muy atento a lo que hay delante de uno, y para esto hay que estar al tanto y ser consciente de las velocidades. Se debería mirar a un punto al que se llegue en unos dos o tres segundos, es decir, un punto que este a dos o tres segundos de distancia. De este modo se puede anticipar lo que pueda suceder y se evitan los accidentes, o por lo menos se los disminuye.
Teniendo esto en cuenta lo más probable es que se disfrute al máximo del ciclismo en descenso y se viva la adrenalina que genera esta rama de la actividad y que, aún más importante, se eviten o se disminuyan drásticamente los accidentes que pudieran acontecer.