Cuando adoptamos una dieta macrobiótica, nuestro cuerpo comienza a desintoxicarse poco a poco.
Enseguida, empezamos a notar pequeños cambios: nuestras digestiones son más fáciles, perdemos algo de peso y sobre todo, sentimos mucha más energía.
Poco a poco, comenzamos a descargar los excesos que nuestro organismo tenía acumulados en forma de grasa, mucosidad, etc…
A nivel emocional, empezamos a sentirnos más estables y tranquilos, más centrados.
Todos estos cambios son un resultado progresivo del proceso detox que está experimentando nuestro cuerpo.
Sin hacer nada más, que seguir una dieta macrobiótica estándar nuestro cuerpo se limpia y se libera de toxicidad, nuestros órganos comienzan a funcionar mejor y nos sentimos más en control.
Sin embargo, a veces necesitamos resultados más rápidos. Es entonces cuando tenemos que tener en cuenta qué alimentos y tipos de cocción son los más adecuados para apoyar y acelerar el proceso de limpieza deseado.
Alimentos recomendados:
* Verduras depurativas como como hinojo, apio, alcachofas, endibias… puedes utilizarlas cocinadas o en ensaladas… ¿Has probado a laminar hinojo y añadirlo a tus ensaladas?
* Alimentos que facilitan la eliminación de grasas como nabos, rabanitos, daikon… combinados con setas que facilitan la descarga de líquidos. Una manera fácil de consumirlos es rallarlos y macerarlos ligeramente con un poco de sal o salsa de soja, una cucharada sopera en tus comidas será suficiente.
* Alimentos que ayudan a descargar exceso de líquidos como setas y champiñones, especialmente la seta shiitake.
* Las algas, tienen un poder desintoxicante en nuestro organismo y nos ayudan a eliminar grasas y toxinas. Además son indicadas para reducir hinchazones y edemas. La agar-agar está especialmente indicada para depurar, puedes preparar deliciosas gelatinas con ella.
* Verduras redondas y de raíz cocinadas lentamente para ayudan a estabilizar los niveles de glucosa y satisfacer el deseo de dulce. Estofándolas, potenciaras su sabor.
* Verduras de hojas verdes frondosas: col, brócoli, puerros, apio, borrajas, berros, hojas de nabos, de rabanito, puerros, perejil, escarola, etc. cocinados al dente. Ayudan a disolver grasa en el intestino y mejoran la absorción y eliminación.
* Especias como jengibre y mostaza que ayudan a movilizar. Prueba a añadir un chorrito de jugo de jengibre a tus salteados!
* Alimentos cocinados con cocciones que facilitan el proceso detox: escaldados, salteados rápidos, vapor.
* No te olvides del dulce y prepara postres depurativos con algas y endulzantes naturales.
* Fruta cocinada: al vapor, en compota. Nos aportará el dulzor que necesitamos para relajar.
* Fruta fresca: depura y limpia. Los licuados o zumos tomados por la mañana ayudaran a limpiar tu organismo.
* Otras bebidas: Té de shiitake, té de daikon, té verde, té de cebada, té de diente de león… o si lo prefieres seguro prueba otras bebidas más sencillas como infusión de menta, anís, hinojo, manzanilla.
También ayudan:
* Algún tipo de especia suave en los platos ayudará a movilizar: jugo de jengibre, ajo, mostaza, pimienta, curry…
* Hierbas aromáticas frescas que creen apertura: menta, perejil, cebollino, albahaca…
* El sabor ácido estimulará tu hígado: ralladura de cítricos, concentrado de manzana, vinagre de arroz…
* Geminados para crear apertura que facilite la descarga: de alfalfa, mostaza o cebolla.
* Pickles caseros para ayudar a tu salud intestinal: de corta duración.
¡Feliz detox!
Sobre el Autor
Isabel Moreno , Consultora Macrobiótica y profesora de alimentación saludable
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Web: www.macrosano.com
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