Revista Belleza

Clayspray: Strike Two

Por Agly Talaván @traselvelodisis
Clayspray: Strike Two
Si la semana pasada os hablaba de lo mucho que me había gustado la filosofía detrás de la marca Clayspray hoy, sin duda, me toca hablaros directamente de la experiencia que he vivido con los dos productos que de ella he probado: la mascarilla Glow y el Agua Termal.
Para empezar, os diré que estos dos productos son complementarios, ya que están pensados para emplearse juntos y que, actualmente, poséis encontrarlos tal cual los tengo yo en un pack de Navidad al precio de 20 euros. Si os interesa podéis pedirlos a través de este enlace de la página Web de Clayspray donde podréis pagar con Paypal, con tarjeta de crédito o mediante transferencia y en la que encontraréis gastos de envío gratis para casi todos los países europeos (España incluida, naturalmente).
Y dicho esto y sin más demora voy a entrar ya a analizar los productos que si no me enrollo cual alfombra persa y me dan las campanadas escribiendo todavía esta entrada.
Clayspray: Strike Two
Como os comentaba la semana pasada, la característica principal de las mascarillas de Clayspray es que son productos de arcilla que vienen ya preparados y listos para usar en un cómodo e higiénico envase tipo spray. Sin embargo, como os comentaba la semana pasada, para los legos en la materia de envasado la palabra spray suena a vaporización y, claro, un spray de arcilla aunque cómodo parece a priori un poco sucio.
Bien, dejadme c¡que os aclare estos términos. Lo que técnicamente es una spray yo lo definiría como un pump o algo parecido, muy similar al tipo de envases en los que encontramos las espumas capilares. Por lo tanto, no tenéis que preocuparos de dejar vuestra silueta estarcida en la pared tras su uso, ni mucho menos, sino que como si de una espuma de pelo se tratara, lo más cómodo es aplicar un poco de producto en la palma de la mano y de ahí, con los dedos, espátula o pincel, directamente al rostro.
De hecho, la similitud con las espumas de pelo me parece también válida para describir la textura del producto pues, en cierto sentido parece más una mousse que la típica mascarilla de barro. Otro pequeño inciso: en realidad no se trata de ninguna mousse sino que es una emulsión, lo que pasa es que para que nosotras nos entendamos creo que es mejor usar ese término.
Clayspray: Strike Two
Os digo todo esto porque aunque yo no tengo absolutamente ni idea de química, Mr. Velo de Isis ha dedicado toda su vida a esta ciencia y al pobre le saca un poco de sus casillas que le llame gel a una emulsión, "chufu-chufu" a un dispensador mecánico y, en general, que emplee términos como plasticucho y pichigoma. Por eso, en la descripción de un producto tan técnico como éste estoy intentando conciliar el rigor científico con el lenguaje cristiano básico en su dialecto potinguil lo cual está haciendo que esté empezando a salir humo por las orejas.
En fin, moléculas arriba o abajo, el hecho es que esta mascarilla tiene una textura untuosa y muy agradable, mucho más flexible que las habituales mascarillas de arcilla y muchísimo más fácil de extender. Además, como podéis apreciar en la foto, el color de esta en concreto es idéntico al chocolate fondant y, a veces, casi apetece más comérsela que aplicarla sobre el rostro. 
Clayspray: Strike TwoPor otra parte, el olor que desprende es bastante intenso, sobretodo al principio, donde la primera nota puede resultar un poco abrumadora pero a los pocos minutos de aplicarlo, se apaga la nota principal de arcilla y permanece la agradable esencia del cacao. Eso sí, no huele a chocolate sino a cacao puro, con ese toque especiado, amargo y un pelín picante del producto puro. Personalmente, me recuerda al cacao puro molido que suelen vender en las tiendas de comercio justo y he de deciros que a mi me gusta aunque hay a quien le puede resultar un tanto intenso.En cualquier caso, como os decía, el aroma se va mitigando a medida que la mascarilla se va secando y lo que permanece una vez retirada es una ligera nota chocolatada muy sutil que no creo que desagrade a nadie.
En cuanto a la aplicación, como os decía es un ritual realmente sencillo: se vaporiza un poco de agua termal por la zona a tratar (yo seco un poquito el exceso con un tissue), se vierte una pequeña cantidad de producto en la palma de la mano y de ahí se aplica al rostro como una crema normal. Un pequeño apunte es que se necesita muy poquita cantidad para cubrir todo el óvalo del rostro ya que, como os comentaba, el producto es muy elástico y se extiende muy bien. 
La imagen que veis en la foto de abajo es de la primera aplicación que realicé y, como me quedé un poco hipnotizada viendo el producto salir me pasé cuatro pueblos con la cantidad. Lo que veis aquí da para más de dos veces si sólo os hacéis el rostro aunque, claro, también depende de si os gusta emplear o no mucho producto al usar mascarilla. Yo, por ejemplo, soy un poco tacañona en lo que a las mascarillas se refiere y prefiero ponerme poquita cantidad.
Al aplicarla, lo primero que se nota es una sensación de frescor que permanece constante mientras tengamos la mascarilla puesta y, a medida que se va secando, notamos cómo se va estirando poco a poco la piel. A pesar de ello, la mascarilla siempre conserva un poco la elasticidad por lo que no se nota una sensación tan tirante como con otras y, aunque es mejor que no nos dediquemos a realizar ejercicios de dicción mientras la tenemos puesta, tenemos margen de maniobra suficiente como para responder con normalidad a una llamada de teléfono o al telefonillo del portal.
Clayspray: Strike Two
Además, como no gotea podemos realizar las tareas que queramos mientras la llevamos puesta sin necesidad de quedarnos en plan faraónico tumbadas inmóviles boca arriba. Una amiga, por ejemplo, me decía que aprovechaba a hacer las tareas de la casa mientras la tenía puesta, aunque yo en beneficio de vuestro relax y vuestro disfrute de vuestro tiempo personal os recomiendo actividades más agradables como haceros la manicura, leer un rato, escuchar música o bloguear.
Por último, cuando se ha secado toda la mascarilla (alrededor de 5 minutos), se retira con agua caliente y se vuelve a pulverizar un poco de agua termal por el rostro a modo de tónico. Para retirarla se puede emplear una esponjita facial (aunque os quedará totalmente inutilizada) o las manos aunque, para mí, lo más cómodo es aplicar la mascarilla justo antes de la ducha, como solía hacer siempre, y así nos aseguramos que la hemos retirado a la perfección de las zonas más conflictivas como es la línea de nacimiento del cabello y la parte baja de la mandíbula.
Clayspray: Strike TwoRespecto al resultado, he de deciros que estoy entusiasmada con él. Recordad que esta mascarilla Glow está recomendada para pieles mixtas y que lo que hace es exfoliar y purificar para revelar la luminosidad natural de la miel. En mi caso, eso se traduce en una reducción importante de los brillos y la apariencia de grasa en general y una piel suavísima con aspecto aterciopelado. Además, tengo la sensación de que el tono se me queda más uniforme y que se atenúan un poquito las manchas que tengo (aunque son muy leves) y creo que su uso continuado también me ayudará a reducir las zonas donde tengo un poquito de acné.
Como todas las mascarillas, su uso se recomienda de una a dos veces por semana y he leído que esta variedad Glow también puede ser empleada como tratamiento previo antes de maquillarse. Ciertamente, como alisa y mejora el aspecto de la piel, los días que me he maquillado después de haberla usado me he visto la piel muy bien aunque, como decía, yo siempre pongo una ducha de por medio entre la mascarilla y el maquillaje por el tema de los restos.
Una última consideración a tener en cuenta y que es algo que, personalmente me parece una mejora sustancial, es que este preparado de arcilla es tan estable y el envase es tan hermético e higiénico que tiene una caducidad de tres años y ésta no depende de cuando abramos el envase, sino que aparece reflejada la fecha exacta en la parte inferior del mismo. 
Clayspray: Strike TwoRespecto al precio, que es idéntico para todas las variedades de arcilla, existe el formato grande de 125ml (es un tamaño casi profesional) que vale 49'90 euros y luego están los packs que os comentaba al principio, que vienen con una mascarilla y un agua termal ambos de 30ml, a 20 euros. Éste es el tamaño que tengo yo y, por lo que me comentaron, da para unas 22 aplicaciones aproximadamente, lo cual me parece que es más que razonable por ese precio.
Y hasta aquí llega mi review de este producto, espero que no se me haya olvidado nada por contar aunque recordad que podéis preguntarme lo que sea a través de los comentarios o de las redes sociales. Yo, por mi parte, no puedo sino recomendároslo y animaros a que lo probéis, especialmente, aprovechando esta promoción de Navidad. Personalmente, estoy rumiando la idea de comprarme el Pack de Aloe Vera con efecto calmante para esos duros días de invierno en los que la piel se vuelve más reactiva.
Si os animáis a probar alguna de estas mascarillas espero que os gusten y que compartáis conmigo vuestra experiencia.
Un besazo y hasta la próxima.

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