Que en los libros la gente se deja olvidada parte de sus vidas es algo que descubrimos casi todos los días los voluntarios de Más Libros Libres. Entre las páginas de un volumen usado puede aparecer de todo: recortes de prensa, billetes de metro, calendarios de hace décadas, fotos de chicas desnudas, estampitas de santos, chuletas de exámenes, billetes de lotería (¿quién sabe si premiados y olvidados por su dueño en su día) dibujos infantiles e incluso cartas amor. Es hermoso y a la vez terrible descubrir objetos que tal vez en un tiempo ya remoto tuvieron importancia para alguien, pero quedaron atrapados entre las letras antiguas de un volumen cualquiera. Un día nosotros hojeamos el libro y cae un papel al suelo lentamente, como recreándose en el espacio aireado al que hace años se vio obligado a renunciar. Nosotros lo recogemos, le echamos y vistazo y sonreimos. Los libros esconden secretos, y no solo los que sus autores plasmaron en ellos, sino también los de sus lectores. Desde aquí nuestro homenaje a todos los que intentan mezclar sus rutinas diarias con las ficciones que ofrece la letra impresa. ¿Qué mejor lugar que un club de lectura para todos nos conozcamos?
En el club de lectura de la Biblioteca Provincial, continuamos la lectura de la insólita tercera parte del Quijote que ideó hace algunos años un buen escritor como Andrés Trapiello, Al morir don Quijote.
En el club de lectura de la Biblioteca Cristóbal Cuevas, un título que a mí al menos me resultó difícil de digerir cuando lo leí hace un par de años: Nubosidad variable, de Carmen Martín Gaite.
En el club de lectura de Más Libros Libres, un prometedor escritor griego, del que espero mucho: los cuentos de Dimitri Calokiris en El museo de los números.
En el club de lectura de la librería Luces, una iniciativa original: sus miembros se reunirán para recomendar un libro cada uno al resto de la concurrencia. Promete ser un debate muy interesante.
En el club de lectura del Ateneo de Málaga un clásico alemán: Michael Konlhass, de Heinrich Von Kleist.
En el club de lectura de Fnac Málaga, un libro de un autor que tengo entendido que va a visitar este mes nuestra ciudad: La nieve está vacía, de Benjamín Prado.
En los clubes de lectura del Centro Andaluz de las Letras, una novela maravillosa, de las mejores que se han publicado en los últimos años, Expiación, de Ian McEwan y un interesantísimo cómic del israelí Ruru Modan: La propiedad.
En la Biblioteca de Arroyo de la Miel, siguen con sus encuentros con las clásicos, en esta ocasión acercándose nada menos que Don Quijote de la Mancha, esta vez sí, de Cervantes. Leerán los diez primeros capítulos para efectuar un análisis pormenorizado de los mismos. Y en su club "Zenobia Camprubi", un autor que tengo ganas de leer: Patrick Modiano y su novela Calle de las tiendas oscuras.
En la Casa del Libro, una novela de un interesantísimo escritor japonés del que Scorsese está pensando adaptar uno de sus títulos: El mar y el veneno, de Shusaku Endo. En el otro club que organizan, un best seller de hace un par de años: La historiadora, de Elisabeth Kostova.
Y como siempre, recomiendo a quien le apetezca asistir al taller de literatura y cine que organizo. Esta vez será con una película que destacó en el festival de cine español de hace pocos años y dio a conocer a un director excepcional: Rodrigo Cortés y Concursante.
El sábado tuvimos el gusto de celebrar el primer aniversario de Más Libros Libres rodeados de amigos. Esperemos que sean muchos más, para que podamos seguir hallando esas hermosas reliquias en el interior de los volúmenes que nos llegan todos los días. Lo dicho: ¡felices lecturas!