A 32 kilómetros de la localidad de Aranda de Duero, cerca de Peñalba de Castro, se encuentran las ruinas de la ciudad romana de Clunia (Coruña del Conde), el antiguo asentamiento arévaco en el que el rebelde Sertorio se enfrentó a Pompeyo el año 75 a.C. La romanización llegó veinte años después, con el legado de Pompeyo: Afranio. Clunia se convirtió en el centro jurídico y religioso de la antigua Celtiberia. No obstante, la Clunia Sulpicia romana fue fundada por el emperador Tiberio en el siglo I. El hecho de que la ciudad resultara abandonada en el siglo III de nuestra era, sin ser urbanizada con posterioridad, ha hecho que se conserven los restos de muchas construcciones.
En este lugar burgalés se hizo fuerte Sertorio. Su rebeldía resistió durante más de veinte años la sangrante represión impuesta por el dictador Sila en el transcurso de las guerras civiles romanas entre populares y optimates. Sertorio, sobrino del líder de los primeros, Cayo Mario, fue el último reducto en evitar someterse al tirano. Éste envió a dos de sus comandantes más hábiles para acabar con Sertorio: Mételo Pío y Pompeyo. A la muerte del rebelde Sertorio, en el 75 a.C., Pompeyo acabó con sus partidarios ocupando varias ciudades: Clunia, Uxama, Tiermes, Valentia, Calagurris y Osca. Antiguos sitios con impronta; ahora lugares de turismo histórico.
Restos de los que fueron las antiguas termas romanas de Clunia./ecelan
Veinte años después, Clunia protagonizó el último episodio de las Guerras Numantinas. Tras la caída de Numancia, Clunia apareció como aliada de los vacceos que, en su momento, la habían ayudado. Metelo los redujo y puso sitio a la ciudad burgalesa, pero no consiguió someterla (56 a.C.). Al año siguiente, Afranio, legado de Pompeyo, logró frenar a vacceos y arévacos y claudicar a la misma Clunia.
Es a partir del reinado de Tiberio (14-37), cuando Clunia ya es considerado un municipio romano de facto, pues acuña moneda propia. También fue aquí donde, en el año 88, el general Sulpicio Galba se sublevó contra Nerón y se proclamó emperador del Imperio Romano. El militar se refugió en Clunia al mando de la Legión VII Gemina y a la espera hasta ser proclamado emperador por el Senado. Pero antes de la llegada de los romanos, los indígenas ya llamaron a este territorio Clounioq, que posteriormente derivará en Clunia.
Teatro romano de Clunia./ecelan
Clunia tuvo una vida próspera hasta el último cuarto del siglo III, conservando su actividad hasta el V. Las últimas referencias de enterramientos son de la segunda mitad del VII, ya en época visigoda. Primero municipio y luego colonia, formó parte como cabeza de convento jurídico de la Provincia Citerior de Hispania o Tarraconense. Con una extensión de casi 200 hectáreas y una población estimada de 20.000 habitantes, Clunia albergó un gran teatro tallado en la ladera del cerro y que podía acomodar a 9.000 espectadores (uno de los mayores de Hispania) y dos edificios termales del siglo I (Los Arcos I y II) que superaron los 7.000 metros cuadrados.
En el Foro de aspecto rectangular, parcialmente excavado, se suceden varias edificaciones: basílica, templo, tabernas, templo tripartito… Pueden verse también restos de viviendas datadas entre los siglos I al V y mosaicos de los siglos II al IV. Se han encontrado, asimismo, en estas ruinas, esculturas en piedra y mármol, bronces de arte, vidrios, cerámica y alhajas. Todo un museo al aire libre y uno de los lugares con más historia no solo de Burgos y Castilla León, como Atapuerca, también en la provincia, sino de todo el territorio de la península ibérica. Merece la pena su visita, sin duda.
Mosaico romano de la ciudad de Clunia./ecelan
Otra de las características de Clunia es la existencia en los restos que se conservan de la ciudad de símbolos cristianos, lo que significa que en estas tierras podría haber vivido una de las primeras comunidades cristianas de toda la península ibérica. Precisamente, y a pesar de su temprana cristianización, como demuestra la necrópolis que existe alrededor de la zona de la Ermita de Castro, Clunia no consiguió ser sede episcopal. Pero la única construcción sacra descubierta es una basílica del periodo visigótico.
La provincia de Burgos alberga un valioso abanico de yacimientos arqueológicos más, aparte de Clunia, como bien puede representar el arte rupestre de las Cuevas de Ojo Guareña, los monumentos megalíticos de El Moreco, Cabaña, Arnillas, Cotorrita o Valdemuriel, el monumento castillo Despoblado de Peña Amaya o la necrópolis altomedieval de Revenca. Todo esto merecerá nuevos y próximos capítulos.
Dónde dormir: Abba Burgos; Fernán González, 72; 09003 Burgos (Castilla y León); teléfono: 947001100; [email protected].
Dónde comer: Restaurante La Favorita; Calle de Avellanos, 8; Burgos (Castilla y León); teléfono: 947205949.