Revista Coaching

Coaching: La comunicación 2

Por Coach2coach @Esther_Roche

4ª parte de “La diferencia entre mediocres y ganadores”

En Coaching, ¿qué diferencia a ganadores de mediocres y perdedores?

Durante estos artículos estoy explicando la importancia de la comunicación a la hora de tener éxito, lograr lo que de verdad quieres, alcanzar tus metas, o como lo quieras llamar tú. Entre otras cosas, el Coaching te da las herramientas para aprender a comunicarte de forma efectiva y coherente con esos resultados que quieres obtener. Pero sigamos hablando de la comunicación interna. 

Coaching etiquetasEn mi artículo anterior hablaba de cómo nuestras ideas son el resultado de nuestra experiencia + ideas que terceros implantan en nosotros, ya sea de forma inconsciente (como por ejemplo, nuestros padres, hermanos y maestros al crecer) o de forma consciente (la publicidad, los políticos, etc.).

…porque una vez puesta la etiqueta, suele quedarse para siempre

En referencia a lo anterior, es una realidad que a veces nos vemos atrapados en lo que nos enseña el entorno: la sociedad (“como en España no se vive en ningún sitio”), de pequeños (“los hombres no lloran”), nuestros maestros (“eres un vago/eres un pésimo estudiante”), etc. Es decir, lo que la gente nos dice que algo significa. Si suspendo, significa que soy mal estudiante. Si lloro, muestro mi debilidad.

Pero tenemos que darnos cuenta de una vez por todas que en realidad somos, en último término, los dueños definitivos de asignar el significado a las cosas. Que justamente eso es lo que hacemos mal, la labor de etiquetado, porque una vez puesta la etiqueta, suele quedarse para siempre (hay cambios de paradigmas en todos, pero son excepcionales). Si hiciésemos el esfuerzo de tomar conciencia de lo que nos decimos a nosotros mismos (la capacidad la tenemos, todos), otro gallo cantaría, porque al darnos cuenta de lo que pensamos pondríamos el grito en el cielo, te lo garantizo. Y poner el grito en el cielo podría significar (este es mi etiquetado) la diferencia entre permanecer atrapado en las etiquetas que nos perjudican o asignar nuevas etiquetas que nos sean útiles, o sea, una especie de reprogramación.

Si no tomamos nosotros el mando, te aseguro que otros lo harán. Nos controlarán quienes SÍ saben comunicar, ya sean políticos, vendedores, publicidad, o la vecina del quinto

Quedamos entonces en que la asignación de etiquetas, habitualmente, es automática. Que es algo inconsciente, ni lo pensamos, así funciona el cerebro. Pero sí, SÍ podemos ser conscientes del significado que asignamos a cada una de nuestras experiencias y cambiarlo si no nos sirve para nuestros fines. SÍ podemos quitar el piloto automático y comenzar a poner etiquetas diferentes, SÍ podemos entonces hacernos cargo de esa tarea de etiquetado manual. (Bueno, en principio será manual y después, con el trabajo necesario, pasará a automático, como cuando estamos aprendiendo a conducir: al principio concientizamos los movimientos, pero después se vuelven automáticos). Si no tenemos cuidado con lo que nos decimos y no re-etiquetamos los productos (pensamientos) que no nos sirven, somos quasi-robots. Somos meros seres sin habilidad (porque capacidad sí tenemos) de decisión, como una piedra. Hay un estímulo y una reacción, sin elección en medio.

Persona: Llueve – me mojo. Piedra: Llueve – me erosiono. Es lo mismo. Modelo Estímulo – Reacción (conductismo en psicología).

En definitiva, de esto se trata el volver a tomar el control, coger los mandos, liderar de verdad tu vida. Esto es importantísimo porque si no retomamos el control de nuestra vida, te aseguro que alguien lo hará. Nos controlarán quienes SÍ saben comunicar, ya sea a través de la política, o de la venta o de la publicidad, o incluso, la vecina del quinto quizá tiene un parte del control de tu vida porque te pone frenétic@ y de mal humor cada vez que “te hace algo”. Qué va. Tú eres el que se pone de mal humor, ella no tiene la capacidad REAL de “ponerte a ti de mal humor” si tú no la dejas, si controlas tu etiquetado.

Y ya para terminar hoy, te pongo un ejemplo para demostrarte que las cosas nos afectan porque somos como un robot que va en piloto automático, porque nosotros les damos el poder para que nos afecten a través del etiquetado o comunicación interna.

Piensa en esa vecina del 5º que “te pone de los nervios”, en ese compañero o ese jefe que “siempre te sacan de tus casillas”, en ese tráfico mañanero que no soportas, o en esa situación X que te fastidia. Ahora imagina que hoy es 22 de diciembre y te ha tocado “El Gordo”. (4 millones de euros? No sé porque no compro lotería). Bueno, 4 millones de euros, pongamos. Tu comunicación contigo mism@ seguramente no es la habitual. Tu estado mental por tanto es también distinto, fijo. Ahora piensa en esa vecina, compañero, situación. Con esos 4 millones de euros, ¿quién o qué te puede HOY a ti fastidiar el día? :)

Te espero en el próximo post ¿Te apuntas? Puedes hacerlo en el formulario.

 


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