Revista Coaching

Coaching o cómo lograr el éxito

Por Coach2coach @Esther_Roche

Coaching o de cómo lograr el éxito

De la palabra Coaching hay o podría haber tantas definiciones como coaches existen, que somos muchos.

Según la ICF (International Coach Federation), el Coaching es un proceso que permite al cliente obtener resultados satisfactorios en su vida personal y profesional mediante la profundización en sus propios conocimientos, mejorando su rendimiento y su calidad de vida. Según ASESCO (Asociación Española de Coaching) es el arte que busca que las personas consigan lo mejor de sí mismas, acercándolas al logro de objetivos mediante el desarrollo personal.

Coaching
Hay docenas de definiciones más, y sin embargo, todas coinciden en una cosa, y es en el desarrollo del individuo. Es decir, el fin último del Coaching es la mejora de las personas.

Otros aspectos integrantes del Coaching, y teniendo en cuenta muchas de esas definiciones son que se trata de un proceso, que se basa en una relación de ayuda o acompañamiento, que da armonía y mejora la calidad de vida, y que ayuda a LOGRAR EL ÉXITO.

Desde el Coaching más pragmático, que fundamenta su acción precisamente en el logro de objetivos y en el éxito personal y/o profesional, establecemos una serie de características en relación con nuestra práctica del Coaching que van encaminadas precisamente a la consecución del éxito mediante pasos muy claros. Solemos utilizar lo que se llama el método GROW:

La G es de Goal, o meta en inglés. En este paso acompañamos al cliente en la identificación (si no lo tiene ya identificado) de su objetivo. Tratamos de descubrir si este objetivo está en línea con sus valores más profundos, y finalmente vamos acompañando al cliente mientras define claramente y va puliendo el enunciado mismo del objetivo. En el Coaching pragmático la definición de las metas es fundamental.

La R es de Realidad. Este segundo paso se utiliza para que el cliente tome conciencia por sí mismo de su propia realidad, que aporte evidencia de ciertas opiniones, juicios, creencias, etc., que tiene tanto de sí mismo como de lo que le rodea. Las personas tenemos opiniones sobre nosotros mismos o sobre nuestro entorno que por lo general nunca hemos evidenciado. Por ejemplo: “Es que yo caigo mal a la gente” o “Es que yo soy muy poco analítico”. ¿Qué evidencias tienes de eso? Es muy habitual que el cliente simplemente lleve toda su vida oyendo y diciendo este tipo de cosas, y sin embargo no hay pruebas fehacientes de esas opiniones, por lo que, bien son inciertas, bien se pueden mejorar.

La O se refiere a las opciones. Una vez hemos explorado la realidad real del cliente, (no la realidad que él percibía a través de sus propios filtros de información y que muchas veces es simplemente eso, una percepción o interpretación), el coach ayudará al cliente de a explorar todas las opciones posibles que tiene respecto a esa realidad y a su objetivo. Aquí se puede utilizar, por ejemplo, el brainstorming, o empezar a decir todas las ideas que se le vengan a la cabeza en relación a acciones que podría tomar para conseguir su objetivo. Después de agotar todas las opciones, el cliente elegirá cuáles son las más apropiadas para configurar su plan de acción.

La W viene de what, where, when, who (qué, dónde, cuándo y quién). En este paso el cliente identificará qué es lo que va a hacer, cuándo lo va a hacer, dónde, y a quién puede o debe contactar para lograr recursos, como asesor o como mentor, etc. En definitiva, la W es el Plan de Acción.

Como has podido comprobar, en el Coaching, sobre todo en el más pragmático, no hay nada de especulativo, milagroso, mágico, ni fantástico. Al contrario, es todo bastante práctico, realista y funcional; tiene un objetivo: conseguir el éxito en lo que te propongas.

Quizá estés pensando que si todo fuera “tan fácil” como hacer esto del GROW, todo el mundo conseguiría el éxito, y sin Coaching. Pero déjame decirte algo más: todo eso que has leído no es NADA fácil. Un proceso puede durar entre 8 y 12 semanas (a veces más, dependiendo del compromiso por parte del cliente) de duro trabajo y descubrimientos a veces profundos y punzantes, a veces menos reveladores. Lo que seguro NO ES un proceso de Coaching es FÁCIL. Puedes conseguir resultados nunca antes imaginados, asombrosos, pero no fáciles. El Coaching no hace milagros. Los haces tú. Con tu trabajo, tu empeño y tu compromiso.


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