La pregunta está en la base del coaching organizacional y del personal.
Los que se preguntan tienen la oportunidad de aprender, de conocer y de plantearse desafíos. Parece trillado. Probablemente lo sea en los libros, en los blogs, en las clases de management. Pero en la realidad cotidiana no es tan común la pregunta. No es tan fácil que las personas se pregunten.
¿Cómo lo logro?; ¿Cómo lo hago? son las preguntas disparadoras de la ambición de trascender lo logrado e ir por más, tanto en el plano personal como organizacional.
La pregunta apunta al cambio, a dejar la zona de comodidad que va opacando la ambición en el día a día. Es más difícil salir de una situación “que pide más ” que de una situación penosa. La situación penosa es muy incómoda y pide a gritos ser cambiada, es bastante probable que se concrete.
La situación “que pide más” es mucho mas reacia y es el valor diferencial de las personas y de los equipos. Pero hay que poder verla en principio y luego poder preguntarse si se quiere armar otra brecha, para luego volver a preguntarse como se logra ese nuevo cambio que se quiere ahora y que dejará atrás lo anhelado en el pasado ya conquistado.
El cambio constante esa es la gran diferencia de los equipos de trabajo y también de las personas. Pero a la larga es una táctica de supervivencia que pone enigmático y atractivo el futuro y el coaching puede -por su carácter preguntón – ser un gran aliado.