¿Cuál es la diferencia entre mediocres y ganadores?
Llevo años haciéndome esta pregunta y cada día estoy más convencida de que tengo la respuesta.
¿Y tú? ¿Te has hecho alguna vez esta pregunta?¿Te has preguntado alguna vez “pero qué tiene Fulanita o Menganito que yo no tenga”? Levante la mano quien haya pensado que se debe a “circunstancias”, a la suerte o el azar. A que ellos tenían o tienen recursos que yo no tengo. Guaaaaa, toda la sala llena de manos levantadas. Esto es un atraco.
En el artículo anterior explicaba cómo durante todos estos años en que me intereso por el crecimiento personal, he llegado a estudiar cuál era la clave de esa diferencia, el factor primordial que marca la diferencia entre ganadores y perdedores. Decía que era tan sencillo como la comunicación, pero esto tiene mucha tela que cortar, por lo que lo dividiré en varios artículos.
TU CALIDAD DE VIDA ES DIRECTAMENTE PROPORCIONAL A LA FORMA DE COMUNICARTE CONTIGO MISM@. Muy orgullosa estoy de la frasecita. Métetela en la sesera porque es así y al final de estos artículos estarás de acuerdo conmigo.
Las cosas no tienen un significado por sí mismas, sino que nosotr@s se lo asignamos según nuestra experiencia personal
No hay habilidad mas grande que la de adquirir o desarrollar nuestra capacidad de comunicación, tanto con los demás, como con nosotros mismos y nosotras mismas. Chicas, en términos generales, y “gracias” a la forma en que se nos educa, esto nos afecta más a nosotras, de forma negativa. Así que atentas.
En estos posts voy a centrarme en la comunicación interna, la que mantenemos DE FORMA CONSTANTE E INCONSCIENTE, con nosotros mismos.
Nuestra experiencia de todo, la forma en que experimentamos o interpretamos el mundo, es resultado de nuestra comunicación acerca de eso que experimentamos. Qué quiere decir esto, que LAS COSAS NO TIENEN UN SIGNIFICADO por sí mismas. Piénsalo. La luna llena, el acto de fumar o un perro ladrando cerca de ti, NO TIENEN un significado. Es el significado que tú le asignas, lo que da forma a tu experiencia. O sea, la comunicación que “te cuentas” a ti mismo ante ella.
Según te comuniques internamente, tendrás una experiencia del mundo y de la vida diferente
Por eso es tan importante la comunicación, porque según vivas esas experiencias dentro de ti, según te las estés comunicando, estarás construyendo una vida atractiva o sombría y sin alicientes. Ya lo dijeron el filósofo Epícteto en el s. I, “No nos afecta lo que nos pasa sino lo que nos decimos acerca de lo que nos pasa”, y en el s. XX, el filósofo y fundador de la psicología funcional, William James: “El mayor descubrimiento de mi generación es que un ser humano puede cambiar su vida cambiando su actitud mental”. Lo que pasa es que cuando ocurren cosas en nuestra vida, somos del todo inconscientes de la labor de “etiquetado” que hacemos en pilóto automático. Pasa algo, reaccionamos a través del patrón de comunicación interno que hemos instalado en nuestro cerebro, en lugar de decidir nuestra respuesta de forma consciente: ¿cómo quiero que me afecte esto? ¿prefiero pasar un mal día por culpa de esto que ha pasado, que en efecto, YA HA PASADO? ¿dejo que “las cosas que me pasan” controlen mi vida, o la quiero empezar a controlar yo?
En el próximo artículo continuaré con el tema de la comunicación interna. Hasta entonces, ¿te atreves a pensar en lo siguiente?
¿Cómo te comunicas contigo misma o contigo mismo? ¿Me machaco a mi mism@ tratándome como no me gustaría que me trataran otros? ¿Qué cosas hay que me digo a veces, que no permitiría a los demás que me dijesen NUNCA? ¿Puedo dejar de hacerlo?
Sí. Puedes. Pero ¿quieres?
Te espero en el próximo post ¿Te apuntas? Puedes hacerlo en el formulario