Revista Cine

Cobertura de la 73 Edición del Festival de Cine de San Sebastián (2025): Parte 2

Publicado el 28 octubre 2025 por La Henryteca @LaHenryteca
Continuamos nuestra narrativa de las películas que pudimos disfrutar durante el festival continuaremos con algunas de las más esperadas y siempre con intérpretes y directores de lo más reputados.Cobertura de la 73 Edición del Festival de Cine de San Sebastián (2025): Parte 2

Two pianos

En Deux pianos, Arnaud Desplechin navega por territorios enigmáticos: el regreso del pianista Mathias a Lyon tras años de exilio, la presencia fantasmal de un doble infantil, los encuentros rotos con amores pasados. La atmósfera que construye —entre la música clásica, los silencios que duelen y unos interiores cargados de memoria— promete un drama psicológico capaz de evocar lo irreal, lo soñado, lo confesional.
Pero esa ambición queda descompensada. El film no termina de decidirse si quiere ser thriller, romance imposible o ensayo introspectivo: cada giro o escena intensa parece querer empujar hacia una categoría distinta. La melodramatización exagerada, el abuso de subtramas sentimentales densas y las emociones eróticas fingidas dosificadas demasiado abruptamente, empiezan a pesar, y lo que podría ser fascinante se torna repetitivo, incluso impostado.
Al final, Deux pianos se queda en la tensión de lo que podría haber sido. En sus mejores momentos —fotografía que acapara luz oscura y compromiso interpretativo de sus actores— hay destellos de cine profundamente emocional. Pero cuando todo se vuelve grandilocuente, la película pierde pulso: la magia inicial se difumina bajo el exceso de ecos, expectativas no cumplidas y un tono que oscila sin encontrar su lugar.

Puntuación: 5/10

Cobertura de la 73 Edición del Festival de Cine de San Sebastián (2025): Parte 2

The Fence

Un gran proyecto de obras públicas en África Occidental. Horn, el jefe de obra, y Cal, un joven ingeniero, comparten alojamiento tras la doble puerta de sus instalaciones. Leone, la nueva esposa de Horn, llega para reunirse con ellos la misma noche en que un hombre aparece junto a la valla. Su nombre es Alboury. Como un espectro en la oscuridad, exige el cuerpo de su hermano, que murió ese mismo día en la obra. Acosará a los dos hombres durante toda la noche hasta que se lo entreguen, mientras Leone observa cómo el desastre crece ante sus ojos.Una historia lenta que nos cuenta una noche en la vida de un puñado de personajes, un capataz de una obra en lo más profundo de África que intenta enfrentarse a un hombre que demanda justicia. Todo en ello en medio de una sucesión de escenas y diálogos intensos pero irregulares. Los papeles de Leone, su nueva esposa y este hombre de color serán tal vez lo más interesante de una película que va perdiendo interés a medida que la trama avanza.Lo cierto es que la historia de fondo de "The Fence" es muy simple y en mi caso no me sorprendió en ningún momento, su planteamiento casi teatral no deja de ser realmente arriesgado y eso que se convierte en su fortaleza a la larga se hace su debilidad. Una curiosa apuesta que a mi me aburrió.

Puntuación 4/10

Un simple accidente

La ganadora del festival de Cannes llegaba a San Sebastián entre gran expectación. Esta aparentemente pequeña historia de un accidente que provoca un reconocimiento de alguien del pasado y con ello el recuerdo de viejas pesadillas llegaba de la mano del director Iraní Jafar Panahi.Un grupo de presos que creen reconocer a un demonio de su pasado de una manera fortuita da paso a una interesante reflexión sobre el sufrimiento, la perdida, la dictadura y ante todo las cicatrices que nos dejan en el cuerpo y en el alma las heridas del pasado.Y es que "Un simple accidente" es capaz de atrapar al expectador de una manera única, mediante un puñado de personajes de lo más variados, que lidian con su presente y su pasado de maneras diversas, pero que en cualquier caso se enfrentan a lo que ocurríó, pero también al mundo en el que viven. No son héroes, son personas dañadas, que recorren el metraje de manera ejemplar, mostrándonos los rasgos de su personalidad y con un humor, muy negro, que consigue que la película transite de manera acertada, manteniendonos enganchados.Porque no sólo queremos saber por "morbo" lo que habia ocurrido en el pasado, queremos entender a las victimas, incluso podemos por momentos dudar del torturador, sin embargo todo ello está embuelto en un impecable papel de normalidad que hace de la película algo distinto y único."Un simple accidente" es una sorpresa, una de las buenas y no sólo lo es por tratar un tema de actualidad o sensible, lo es sobre todo por el manejo que hace de sus herramientas, demostrando de nuevo que se puede hacer mucho con poco, creando una historia sólida e impecable, que transita con mano firme hasta un desenlace vibrante, elegante y que nos deja con el corazón en un puño, magistral.

Puntuación: 9 /10

Cobertura de la 73 Edición del Festival de Cine de San Sebastián (2025): Parte 2

The secret agent

Brasil, 1977. Marcelo, un experto en tecnología de 40 años con un pasado misterioso, está huyendo. Llega a Recife durante el carnaval con la esperanza de reencontrarse con su hijo, pero pronto se da cuenta de que la ciudad está lejos de ser el refugio que busca.Coproducción con el atractivo de Wagner Moura que cuenta una historia curiosa de espionaje centrada en un grupo de personajes que huyen de su pasado, con un metraje excesivo y un ritmo irregular. Muy bien narrada y con elementos salvables, pero aún asi demasiado excesiva en su metraje y con parones evidentes.

Puntuación 5.5 / 10

Karmele

"Karmele", dirigida por Asier Altuna, es una ambiciosa adaptación de la novela La hora de despertarnos juntos de Kirmen Uribe. La película narra la vida de Karmele Urresti y Txomin Letamendi, dos figuras reales cuyas trayectorias encapsulan buena parte del siglo XX vasco. Ambientada entre el País Vasco, Francia y Venezuela, la historia se desarrolla desde 1937 hasta la posguerra, se trata de una historia que toma algo muy trillado en el cine español como es la dictadura y la guerra civil pero desde un punto de vista distinto, el de una pareja de personas privilegiadas que gracias a sus carreras y posición pueden decidir si entrar o no en la lucha por la libertad.
La película se divide en 3 partes diferenciadas, la huida, el exilio en Venezuela y la lucha por retomar la identidad de el Pais Vasco y sus protagonistas. Película elegante y bien ambientada, se mueve de manera algo impersonal y carente de ritmo, nos propone buenas ideas pero no acaba de lanzarse ni emocionar en exceso quedando como un relato algo frío. El desarrollo de personajes es algo vago, especialmente el de Txomin (Eneko Sagardoy) personaje poco trabajado y disperso que por momentos nos importa poco.

Puntuación: 6/10

Cobertura de la 73 Edición del Festival de Cine de San Sebastián (2025): Parte 2

Los Domingos

La trama arranca cuando Ainara (interpretada por la debutante Blanca Soroa), una joven brillante e idealista de 17 años, anuncia a su familia que quiere ingresar en un convento de clausura y abrazar una vida contemplativa. Este giro inesperado sacude la rutina del clan familiar: su padre (Miguel Garcés) intenta mantener el control, su tía Maite (Pilar López de Arnaiz) —atea, desencantada— ve esa decisión como una traición, y el resto de la familia se ve arrastrada al remolino emocional de esa vocación. 
En ese sentido, uno de los mayores logros del film reside en su capacidad para dejar espacio al espectador. Frente a tantas obras que se empeñan en subrayar su tesis o dictar una interpretación única, Los domingos se atreve a ser ambigua, a dejar zonas de sombra, a confiar en la mirada ajena para completar el relato. Esa decisión convierte la experiencia en algo íntimo y participativo: cada quien puede leer la historia desde su propio lugar emocional.
En definitiva, Los domingos es una de las propuestas más delicadas y sinceras del cine español reciente. Su aparente sencillez esconde una enorme complejidad emocional; su contención formal, una intensidad latente. Puede que algunos diálogos se perciban demasiado guiados, demasiado conscientes de la idea a la que deben llegar, pero incluso ahí la película se sostiene por la veracidad de sus intérpretes y la claridad de la mirada de su directora. Ruiz de Azúa logra que el espectador salga del cine con preguntas, no con respuestas cerradas. Y eso, hoy, ya es mucho.

Puntuación: 8 / 10


Con esto finalizamos nuestra segunda entrega de la cobertura del Festival de San Sebastián en su 73 edición.

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